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Los acusados del macrojuicio recusan al tribunal por "parcial"

El presunto máximo responsable de finanzas de KAS niega su vinculación con ETA

Los abogados de los 56 miembros de organizaciones del entorno de ETA a los que se está juzgando en dependencias de la Audiencia Nacional, en la Casa de Campo de Madrid, anunciaron ayer que sus clientes van a recusar al tribunal por "parcialidad manifiesta" y "practicar pruebas en contra de los intereses de sus representados", según explicó en la vista la ex parlamentaria de Batasuna y letrada Jone Goirizelaia.

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La letrada, que representa al supuesto responsable financiero de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) y ex parlamentario por Euskal Herritarrok, José Antonio Etxeberria, para el que el fiscal solicita 19 años de prisión por pertenencia a banda armada, falsa contabilidad e insolvencia punible, se indignó cuando la secretaria judicial, de orden del tribunal, leyó un documento incautado en el ordenador de su cliente y que supuestamente le vincula con las empresas que supuestamente financiaban a ETA a través de KAS.

La abogada había solicitado previamente la exhibición del documento, titulado Lana.wp, para preguntar sobre él a Etxeberria. Pero como el documento no pudo ser localizado en ese momento, Goirizelaia solicitó que puesto que se trataba de una pieza de convicción que no estaba a disposición de los letrados no se pudiera utilizar nunca, ni para preguntar sobre él, ni como prueba en el futuro, quedando desterrado del proceso.

Tras un receso, el documento, que procede de un volcado de ordenador, fue localizado y la presidenta del tribunal ordenó que se leyese, como así se hizo. Se trata de una memoria sobre la marcha de algunas de las empresas del denominado proyecto Udaletxe, supuestamente diseñado por ETA y desarrollado por KAS para financiar las actividades de la banda -pesquerías, txoznas (casetas en las fiestas de los pueblos), agencias de viaje- en la que el responsable financiero supuestamente informa a ETA de cómo va la financiación y cómo se puede mejorar. Etxeberria dijo ayer que el ordenador no era suyo, sino de su cuñado, aunque fue incautado en su domicilio.

Acabada la lectura, Goirizelaia, muy enfadada, anunció que iba a proponer a su cliente y al resto de los acusados la recusación de todos los miembros del tribunal por "parcialidad manifiesta". A su entender, el tribunal había vulnerado la tutela judicial efectiva por tener interés directo en el proceso y su enemistad se manifiesta en el intento de sustituir a las acusaciones haciendo su papel.

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La razón del enfado es que la presidenta había ordenado la lectura del documento, cuando a su entender nadie lo había solicitado. El documento está en el sumario y con toda probabilidad se iba a leer, a propuesta del fiscal y de las acusaciones, en la prueba documental. Sin embargo, Goirizelaia exigió que fuera eliminada del acta la lectura del documento y reclamó una vez más la suspensión del juicio. Los restantes letrados también se adhirieron a estas peticiones.

Maniobra dilatoria

El fiscal, Enrique Molina, señaló que simplemente se había leído un documento cuya exhibición había reclamado la defensa de Etxeberria, por lo que no se apreciaba enemistad alguna y no había motivo alguno para la suspensión de la vista. El abogado de la AVT, Juan Carlos Rodríguez Segura, calificó el incidente de nueva maniobra dilatoria por parte de las defensas.

La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, no accedió a la suspensión solicitada. Nuevamente, volvió a impedir los intentos de los acusados de politizar el juicio al no permitir a dos de ellos explayarse en explicar que las acusaciones que pesan contra ellos y sus compañeros de banquillo tienen origen político. "A este tribunal no le interesan los motivos", dijo Murillo.

El supuesto máximo responsable de las finanzas de KAS negó cualquier vinculación con ETA u otras estructuras del proyecto Udaletxe. Aseguró que ni fue liberado, ni tuvo ninguna responsabilidad, ni siquiera perteneció a KAS. Reconoció que estuvo vinculado a Egin, y que tras su etapa de concejal, en 1991, pasó a cobrar del citado diario, donde su responsabilidad fue "organizar el campeonato de mus del periódico".

José Luis Elkoro, ex parlamentario vasco y ex senador por HB, que fue presidente del consejo de administración de Orain, editora de Egin, y para el que el fiscal pide 48 años, negó que Egin hubiera tenido relación alguna con ETA. Agregó que la banda terrorista no nombró al director, sino que fue sustituido tras un proceso que duró un año y que nunca informó a ETA de la marcha de la empresa.

La batalla de la imagen

La simple lectura de un documento del sumario -que presumiblemente iba a ser leído en el juicio más adelante- provocó ayer un terremoto jurídico, ya que supuso la presentación de una recusación de todo el tribunal por enemistad manifiesta.

Esta visceral reacción protagonizada por la ex parlamentaria de Batasuna y abogada defensora de varios de los acusados en el macroproceso, Jone Goirizelaia, a la que luego se sumaron los restantes letrados de la defensa, parece tener que ver con la batalla de la imagen.

El supuesto jefe de finanzas de KAS, José Antonio Etxeberria, como todos los imputados que le han precedido en el juicio, se negó a contestar al fiscal y a las acusaciones. Se evitaba así preguntas incómodas o errores involuntarios. Sólo intentó, al igual que otros acusados, explicar las motivaciones de esa negativa alegando que éste es un juicio político, sin contenido delictivo real. La presidenta no lo permitió.

Toda su declaración, a preguntas de su abogada, fue exculpatoria: nunca ha sido miembro de ETA, ni ha colaborado con ella, ni ha tenido ninguna vinculación con la banda terrorista, ni siquiera con KAS, la plataforma de dinamización de la izquierda abertzale. Nunca tampoco había tenido relación con finanzas o empresas. No podía negar su relación con Egin y no lo hizo. Pero la imagen que ofreció fue seráfica: tras acabar su periodo de concejal, un amigo le ofreció un puesto en Egin, que consistió en organizar el campeonato de mus del periódico. Nada que ver con la política ni con la liberación de Euskal Herria.

Fue entonces cuando se leyó el documento. Un informe incautado en el ordenador portátil encontrado en el domicilio de Etxeberria, en Hondarribia (Guipúzcoa). En él se habla de empresas creadas "para el sostenimiento de los compañeros que están en el extranjero" y que repasa, empresa por empresa, los errores cometidos y las posibilidades de mejorar los beneficios. Un memorándum que se hace para un superior. El fiscal sostiene que estaba destinado a la dirección de ETA, lo que da sentido al documento y a la acusación del fiscal.

Etxeberria alegó en su momento que el ordenador era de su cuñado, Armando Fuentes (que no está imputado), o que ya había sido abierto cuando en presencia de la comisión judicial se procedió a la apertura oficial. Pero aunque sigue beneficiándose de la presunción de inocencia, la imagen angelical se deshizo en pedazos. En todo caso, nada que ver con partidas de mus.

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