El duque de Montmorency
El suplemento El Viajero que acompañaba el sábado pasado a su diario incluye un interesante trabajo con el título Buceando en el Renacimiento francés que contiene un error: Ana de Montmorency nunca existió. Anne, primer duque de Montmorency, fue un valeroso guerrero sin demasiada suerte. Apresado en la batalla de Pavía con su rey Francisco I, lo que le valió unas vacaciones forzosas en Madrid, volvió a ser prisionero de los españoles en la de San Quintín. Murió combatiendo a los hugonotes. El error es grandemente disculpable ya que, en general, Anne corresponde a nuestro n...
El suplemento El Viajero que acompañaba el sábado pasado a su diario incluye un interesante trabajo con el título Buceando en el Renacimiento francés que contiene un error: Ana de Montmorency nunca existió. Anne, primer duque de Montmorency, fue un valeroso guerrero sin demasiada suerte. Apresado en la batalla de Pavía con su rey Francisco I, lo que le valió unas vacaciones forzosas en Madrid, volvió a ser prisionero de los españoles en la de San Quintín. Murió combatiendo a los hugonotes. El error es grandemente disculpable ya que, en general, Anne corresponde a nuestro nombre femenino Ana. Lo correcto hubiese sido en este caso escribir el duque Anne, con el riesgo de desconcertar a muchos lectores. Mejor, para evitar sospechas de travestismo, prescindir del ambiguo nombre de pila y hablar del primer duque de Montmorency.