Comienza la Audiencia previa a raíz del vertido de Aznalcóllar

La Audiencia previa al juicio que se celebrará tras la denuncia que Boliden planteó contra Geocisa, Intecsa Dragados, Banco Vitalicio y Zurich, y a los que culpa de la rotura de la balsa de contención de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), comienza hoy.

El portavoz de Boliden Apirsa, Antonio Fernández, adelantó que "probablemente el juicio comenzará antes de que acabe el año y tendremos sentencia dentro de 2006". Además, señaló que si la sentencia fuera favorable a Boliden en primera instancia, se habría acabado el proceso paralelo de liquidación de los activos para pagar a los acreedores...

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La Audiencia previa al juicio que se celebrará tras la denuncia que Boliden planteó contra Geocisa, Intecsa Dragados, Banco Vitalicio y Zurich, y a los que culpa de la rotura de la balsa de contención de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), comienza hoy.

El portavoz de Boliden Apirsa, Antonio Fernández, adelantó que "probablemente el juicio comenzará antes de que acabe el año y tendremos sentencia dentro de 2006". Además, señaló que si la sentencia fuera favorable a Boliden en primera instancia, se habría acabado el proceso paralelo de liquidación de los activos para pagar a los acreedores y abonar los costes de la limpieza. "Entonces habría dinero para pagar a todo el mundo de sobra", afirmó. Boliden reclama a estas compañías 250 millones como compensación por el vertido.

La Junta presentó una demanda contra la compañía minera sueca para exigirle el pago de unos 90 millones de euros por los costes de limpieza, mientras que Boliden hizo lo mismo contra las mencionadas compañías, a quienes considera los verdaderos culpables del accidente. Boliden estima que no es responsable del accidente porque, a su juicio, ningún tribunal español ha demostrado responsabilidad directa alguna de la empresa en el accidente de la balsa minera.

Es más, insiste en que lo son aquellas compañías responsables del diseño y la construcción de la balsa. "Las causas de la rotura quedaron establecidas en el pleito penal que se siguió durante más de dos años, que no son otras que la fragilidad de las margas y el fenómeno de la rotura progresiva junto con las presiones intersticiales", explicó Fernández. "El diseño no previó la posibilidad de una rotura", añadió.

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