_
_
_
_
_

Jóvenes empresarios

Juan y Joaquín también tienen necesidad perentoria de terreno industrial en Lanjarón. Se trata de dos jóvenes empresarios de la construcción que carecen del más mínimo espacio para guardar sus camiones y hormigoneras. Sus trabajadores tienen que hacer los trabajos de "ferralla" en plena calle, lo que provoca la queja de vecinos y viandantes. Cada obra que contratan se convierte en su sede empresarial y en almacén improvisado de materiales.

La carpintería-metalistería Estévez tampoco lo tiene fácil en Lanjarón. Después de media vida trabajando, Miguel, su propietario se ve obligado a mantener su negocio en una vieja nave cuyo camino de acceso es casi impracticable.

Y el secadero de jamones Morillas, no lo tiene mejor. Está ubicado en plena carretera y dispone de 600 metros cuadrados de superficie, sufre problemas de espacio para atender su producción anual de 30.000 jamones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_