La Guardia Civil trata de localizar a un agente que pateó a un inmigrante

El Ministerio del Interior ha solicitado a Informativos Telecinco las imágenes del reportaje sobre la crisis migratoria de Ceuta y Melilla, La última frontera, emitido el martes. En ellas se aprecia cómo un guardia civil asesta cuatro patadas y un puñetazo a un inmigrante que ha sido detenido por compañeros del instituto armado y se encuentra inmovilizado junto a la verja fronteriza de Melilla. Las imágenes del agente fueron difundidas con la cara pixelada (descompuesta), pero Interior ha pedido que se las pasen sin ese velo sobre el rostro. Lo primero en determinar es cuándo se produjo ese incidente, lo que aún no está claro. Miembros de Tele 5 aseguraron que las imágenes fueron compradas y que podrían haberse rodado el verano pasado.

La Guardia Civil va a analizar las imágenes para intentar aclarar el incidente, que calificaron de "aislado y excepcional", pero "execrable e injustificado", incluso en una situación de tensión como la que se vive en las fronteras de Ceuta y Melilla. La investigación interna tratará primero de identificar al guardia, que llega en su coche a la valla fronteriza y que supuestamente no participó en la contención de los inmigrantes. Luego, si ello es posible, se le abrirá un expediente disciplinario. La normativa disciplinaria del instituto armado considera falta muy grave el abuso de autoridad y los tratos inhumanos y degradantes. El agente podría ser expulsado del cuerpo.

Las imágenes muestran cómo un agente de la Guardia Civil mantiene inmovilizado en el suelo a un inmigrante, pegado a la reja melillense. En ese momento, llega un vehículo Nissan Patrol, del que se baja un funcionario, que, sin mediar palabra asesta una patada al extranjero con tal violencia que casi hace caer al propio guardia y asusta al que ha efectuado la inmovilización. Luego, antes de que llegue otro agente, que levanta al extranjero y se lo lleva, le asesta otra patada por la espalda, aún en el suelo, y una cuarta cuando ya lo trasladan. Antes de que desaparezca de la escena, le da un puñetazo por la espalda. Dos guardias más miran la escena sin hacer nada.

Conmoción

La brutalidad de la escena, dado que el extranjero está inmovilizado y ni siquiera trata de evitar los golpes, ha conmocionado al propio cuerpo de la Guardia Civil, que sigue sin sacudirse completamente el síndrome Roquetas (muerte de un ciudadano en el cuartel de Roquetas de Mar, Almería). Las asociaciones del instituto armado han condenado la actuación del guardia, pero recuerdan la enorme tensión en la que están desarrollando su labor de contención de las continuas avalanchas de inmigrantes subsaharianos.

El portavoz de Jueces para la Democracia, Edmundo Rodríguez Achútegui, pidió ayer al Gobierno que abra una investigación por estos hechos. En declaraciones a Europa Press, puntualizó que no se trata de que se investigue la actuación del instituto armado, sino el hecho de que un inmigrante "que estaba inerme" fuera objeto de "agresiones" por parte de un agente. Por ello, emplazó a la autoridad judicial en Melilla a que investigue si existe "algún delito por parte de quien ha golpeado de esa manera absolutamente intolerable a una persona que estaba en el suelo".