CATÁSTROFE EN EE UU | La zona afectada

La ciudad intenta recuperar el pulso

Pequeñas mejoras devuelven a algunas calles un aire de normalidad

El Comité de Asuntos Judiciales del Senado de Estados Unidos abrió ayer el debate sobre la propuesta presidencial que trata de poner al frente del Tribunal Supremo a John Roberts, un brillante juez de 50 años que, si es confirmado, se convertirá en el presidente más joven de los dos últimos siglos y mantendrá la actual inclinación conservadora del tribunal.

Aunque la jornada fue de guante blanco -toda la familia de Roberts estaba presente, como es tradicional- los 10 senadores republicanos y los ocho demócratas del comité se enseñaron ya los dientes. "Si recibe preguntas que no quiera c...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Comité de Asuntos Judiciales del Senado de Estados Unidos abrió ayer el debate sobre la propuesta presidencial que trata de poner al frente del Tribunal Supremo a John Roberts, un brillante juez de 50 años que, si es confirmado, se convertirá en el presidente más joven de los dos últimos siglos y mantendrá la actual inclinación conservadora del tribunal.

Aunque la jornada fue de guante blanco -toda la familia de Roberts estaba presente, como es tradicional- los 10 senadores republicanos y los ocho demócratas del comité se enseñaron ya los dientes. "Si recibe preguntas que no quiera contestar, no lo haga", le dijo el republicano John Cornyn: "No entre al trapo. Haga exactamente lo mismo que cada nominado, demócrata o republicano, ha hecho siempre; decline responder cualquier pregunta que usted sienta que compromete su futuro trabajo."

El Gobierno federal ha suspendido las normas que regulan las concesiones de obras
Más información

El trapo tiene que ver con lo que Roberts piense sobre el aborto, la religión, los gays, el medio ambiente y otros asuntos espinosos. Otro republicano, Orrin Hatch, recordó que en 1993, la juez Ruth Ginsburg, propuesta por Clinton, rechazó contestar a más de sesenta preguntas, "algunas hechas por mí". Pero, "si no responde a nuestras preguntas, ¿cómo vamos a saber lo que piensa? ¿Cómo vamos a saber si es un conservador o un ideólogo?", señaló el demócrata Charles Schumer.

Árbitros humildes

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En su saludo, Roberts dijo que "el papel judicial debería caracterizarse por una cierta humildad". "Los jueces son sirvientes de la ley; son como los árbitros. Hacen que todos se atengan a las reglas, pero tiene un papel limitado; nadie va a un estadio para ver a los árbitros". Los jueces "no son como los políticos", reiteró, tras asegurar que llegaba ante el comité "sin programa y sin plataforma".

Roberts pertenece a la corriente reacia a admitir más derechos que los que se reconocen explícitamente en la Constitución. Algunas de las preguntas de los demócratas girarán en torno al derecho a la intimidad, uno de los pilares de la decisión del Supremo que, en 1973, legalizó el aborto. Hace dos años, cuando fue confirmado como juez en el Distrito de Columbia, Roberts reconoció que la sentencia de 1973 "es una ley afianzada de este país".

El demócrata Ted Kennedy dijo que el Senado debe poder determinar si Roberts "ha demostrado un compromiso con los principios constitucionales que han respaldado la justicia, la decencia y la igualdad de oportunidades", y evocó la catástrofe del Katrina, "que ha subrayado que no podemos ignorar las injusticias y desigualdades de nuestra sociedad".

La pelea será dura -"son tiempos de turbulento partidismo", dijo Arlen Specter, presidente del Comité- pero, salvo sorpresas, habrá confirmación. Los demócratas deben reservarse para la próxima nominación; Roberts, que inicialmente iba a sustituir a la dimisionaria Sandra O'Connor, aspira a reemplazar ahora al recientemente fallecido presidente del Supremo, William Rehnquist.

Archivado En