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EL DESAFÍO NUCLEAR DE IRÁN

El nuevo presidente iraní afirma que no se dejará intimidar por presiones extranjeras

Teherán insiste en rechazar la oferta europea para poner fin a sus planes atómicos

El nuevo presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, advirtió ayer de que su país respeta la ley internacional, pero que no aceptará una violación de sus derechos ni permitirá que sea "intimidado" por las presiones de los extranjeros. En su discurso de juramento del cargo ante el Parlamento del país, Ahmadineyad subrayó que "los iraníes no aceptaremos que se violen los derechos de nuestra nación". "Es un principio irrenunciable de nuestra política. Nunca sacrificaremos nuestra dignidad", agregó. Teherán volvió ayer a rechazar la oferta europea para congelar sus planes nucleares.

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El discurso del nuevo líder iraní es interpretado como un rechazo implícito de la nueva propuesta negociadora presentada el viernes por la Unión Europea para resolver el pulso que Irán mantiene con la comunidad internacional a causa de sus ambiciones nucleares.

"Nosotros deseamos la paz y la justicia para todos, pero lo que desean ciertos países cuando hablan de paz es la sumisión de las otras naciones, y utilizan las amenazas para conseguir sus fines", afirmó ante el Parlamento iraní. "Respetamos las reglas internacionales, pero nunca emprenderemos una política que se oponga a nuestros intereses como nación", insistió.

Ahmadineyad, de 48 años, que sustituye en el puesto de presidente al clérigo reformista Mohamad Jatamí, es considerado conservador en asuntos religiosos y un hombre leal al Guía Supremo de la revolución, Alí Jamenei. Pese a que los diplomáticos occidentales esperan que endurezca la posición negociadora de Irán en el contencioso nuclear con Europa, Ahmadineyad no hizo una referencia directa al problema en su discurso de ayer. Se limitó a subrayar que "buscar la justicia, la paz y el fin de las amenazas serán las prioridades" de su política exterior.

En el terreno interno, el nuevo presidente iraní prometió "un Gobierno popular" cuyo objetivo será resolver los grandes problemas de los iraníes. "Uno de los objetivos más importantes del Gobierno será atajar la cuestión del empleo. Si este problema es resuelto, otros muchos problemas de la nación quedarán resueltos", afirmó, sin dar detalles.

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Identidad islámica

El nuevo presidente iraní fue elegido en las elecciones del pasado junio con los votos de aquellos sectores sociales que sienten que no se han beneficiado de la riqueza generada en los últimos años por los precios altos del petróleo.

Ahmadineyad se comprometió también a respetar la tradición y la identidad islámica de Irán, además de los principios de la revolución que en 1978 derrocó al sha de Persia, Mohamed Reza Palhevi. "Nuestro país es un Estado islámico porque el islam es la base de su cultura y pensamiento. Si nuestra identidad islámica es atacada, ellos querrán tomar también el resto, querrán imponernos su cultura", añadió. El nuevo líder iraní tiene dos semanas de plazo para formar el nuevo Gobierno.

El presidente sirio, Bachar el Asad, será el primer jefe de Estado extranjero en visitar oficialmente a Ahmadineyad. El Asad llegará mañana a Teherán para una visita de dos días de duración. Siria e Irán mantienen desde hace décadas unas excelentes relaciones y ambos están sometidos a fuertes presiones por parte de Estados Unidos.

El ex presidente iraní Mohamad Jatamí (tercero por la izquierda), junto a su sucesor, Mahmud Ahmadineyad (a su izquierda), en el Parlamento.
El ex presidente iraní Mohamad Jatamí (tercero por la izquierda), junto a su sucesor, Mahmud Ahmadineyad (a su izquierda), en el Parlamento.AP

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