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Lula reestructura el Gobierno de Brasil para atajar la crisis desatada por la corrupción

Juan Arias

El publicista Marcos Valério, conocido como el hombre de la maleta negó ayer todas las acusaciones en el escándalo de corrupción que ha golpeado al Partido de los Trabajadores (PT) del presidente brasileño, Lula da Silva. En una sesión de 14 horas ante la Comisión de Investigación Mixta de la Cámara y del Senado, Valério, acusado por el diputado Roberto Jefferson de ser el distribuidor del dinero para el soborno a los parlamentarios, repitió frases como "no recuerdo", "prefiero no responder", etcétera.

Valério aceptó someterse a las preguntas de la Comisión después de que el Tribunal Supremo le otorgara un hábeas corpus preventivo para que no pudiera ser arrestado en caso de que los parlamentarios lo pescaran en flagrante mentira. Cuando le preguntaron por qué había requerido ese "blindaje jurídico" si no tenía nada que temer, Valério respondió que se lo habían aconsejado sus abogados.

El senador del partido opositor PFL (Partido del Frente Liberal) Murilo Zauito le preguntó si la protección concedida por la justicia no se debía a que sus afirmaciones podrían derribar el Gobierno de Lula, y el publicitario respondió con sorna: "No me considero tan importante como para poder hacer caer la República".

Según el Consejo de Control de Actividades Financieras, por las cuentas del publicista pasaron durante los últimos cinco años unos 161 millones de euros sin que pudiera determinarse su origen, y su patrimonio personal se multiplicó por 60 desde 2003. A las repetidas preguntas de por qué había retirado en los últimos dos años más de 25 millones en metálico de sus cuentas, el acusado rehuyó siempre la respuesta. Cuando saltó el escándalo hace más de un mes dijo que había sacado ese dinero para comprar vacas porque los ganaderos querían su pago en efectivo. Ayer dijo que no tenía vacas.

Valério sólo reconoció haber tenido una estrecha relación con el tesorero del PT, Silvio Soares. También reconoció que se había encontrado varias veces con el ex ministro José Dirceu y con el presidente del PT, José Genoino, pero subrayó que no eran amigos.

Forzado por el escándalo de corrupción, Lula nombró ayer a tres nuevos ministros (Energía, Salud y Comunicaciones) del Partido del Movimiento Democrático (PMDB), de centro-derecha.

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