Los alcaldes piden más financiación para las ciudades Patrimonio de la Humanidad

En el segundo aniversario de la declaración por la Unesco de Úbeda y Baeza como ciudades Patrimonio de la Humanidad, la consejera de Cultura, Rosa Torres, visitó ayer estas dos localidades jiennenses para trasladar el apoyo del Gobierno andaluz y presentar un libro que recoge las claves de la riqueza monumental de estas dos joyas del Renacimiento andaluz. Sin embargo, la consejera se encontró con un extenso catálogo de reivindicaciones de los alcaldes, que habían censurado días atrás la poca implicación de la Junta.

El alcalde de Baeza, Javier Calvente, del PP, reclamó una línea de financiación propia para las ciudades Patrimonio de la Humanidad andaluzas, en este caso las de Córdoba, Úbeda y Baeza. El resto de lugares de la comunidad que ostentan esta distinción son la Alhambra, Generalife y Albaicín (Granada), la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias (Sevilla) y el parque de Doñana.

El alcalde baezano aprovechó la conferencia de prensa junto a la consejera para demandar una "discriminación positiva" de la Junta para estas ciudades, por las "carencias y limitaciones" financieras que tienen los entes locales. En esta línea, Calvente abogó por establecer órganos de gestión y una oficina de rehabilitación conjunta para los cascos históricos de las ciudades de Úbeda y Baeza. Su colega de Úbeda, el también popular Juan Pizarro, también elevó su tono reivindicativo ante la Junta. "Hay que estar de hecho y de derecho", señaló tras demandar la colaboración del Gobierno andaluz para restaurar el patrimonio local. La finalización de las obras en la iglesia de Santa María (que lleva más de 15 años cerrada al público) fue una de sus principales peticiones.

La consejera de Cultura reconoció que muchos de los beneficios de la declaración de estas dos ciudades como Patrimonio de la Humanidad "están aún por venir". Rosa Torres indicó que la difusión de estas dos localidades se va a acrecentar en los próximos meses con motivo de los actos del quinto centenario del insigne arquitecto Andrés de Vandelvira, artífice de las principales construcciones renacentistas.