Una precisión

No me resulta grato tener que contestar a un artículo del director de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Entre otras razones, porque, a pesar de las lógicas discrepancias con sus puntos de vista, siempre he tenido respeto y reconocimiento a su labor. Precisamente por ello, me ha sorprendido de un modo especial leer el pasado martes, de su pluma, un artículo absolutamente insidioso, lleno además de argumentos de muy escasa consistencia.

Josep Torrent se mofa de aquellos -y de mí, personalmente- que, durante el reciente proceso de negociación de la reforma estatutaria, hemos expresado nuestras opiniones e inquietudes o hemos solicitado información. No sé a que se refiere el director de EL PAÍS cuando habla de "frívolas descalificaciones", o afirma que yo voy a pasar a la "antología del disparate". Yo no he descalificado a nadie, y no sé que disparates habré podido proferir. Me he limitado a expresar mis legítimas opiniones y a solicitar información. Y tengo que subrayar, además, que lo he hecho siempre en reuniones internas, a puerta cerrada, de los órganos de dirección del Partido y del Grupo Parlamentario. Que algunas de mis intervenciones hayan sido filtradas de forma sesgada posteriormente a los medios de comunicación no es responsabilidad mía.

Resulta llamativo que, quienes en otros momentos han reprochado al Partido Popular la ausencia de debate interno, se escandalicen ahora de que algunos nos hayamos limitado, a puerta cerrada y dentro del más absoluto respeto a quienes llevaban el peso de la negociación, a expresar nuestras dudas sobre las informaciones que se publicaban en la prensa o a pedir que se nos diesen a conocer los ejes básicos de la reforma. Sinceramente, no creo que se pueda afirmar con objetividad que, al actuar así, haya perjudicado a mi Partido o haya puesto obstáculos al éxito final de la negociación. Llevo muchos años sirviendo al Partido Popular desde responsabilidades muy diversas.

Ya está bien, en suma, que se aproveche cualquier circunstancia para tratar de desacreditar a determinados miembros del Partido Popular. Yo me he manifestado sobre la reforma estatutaria en el seno de los órganos de dirección de mi Partido bajo mi exclusiva responsabilidad personal. Y no comparto que mi actuación pueda ser calificada como dirigida a buscar el fracaso del Presidente de la Generalitat.