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Reportaje:64ª FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Dos debutantes veteranos y un mago

Raúl Rivero y Alí Lmrabet descubren la feria y Alejandro Jodorowsky seduce con su nuevo libro

La única zona sosegada ayer en la feria fue la de las casetas de los organismos oficiales. El resto estaba a reventar, aunque, con la nueva distribución de los puestos, se nota menos agobio. Treinta y siete grados a la sombra y como si nada; había colas felices y tranquilas para todo, para las firmas, para los refrescos, para el autobús de Caja Madrid... El obsequio de ayer fue agua embotellada en las diferentes entradas de la feria. Se agradeció.

Educadores, editores, libreros, políticos debieron estar ayer contentos: todas las casetas de literatura infantil y juvenil fueron amablemente asaltadas por familias con retoños. Y no es una exageración. La lista es larga: Kirikú y la Bruja, La Mar de Libros, Biblioteka, Jarcha, Rumor, Beascoa, Serres, Anaya Infantil y Juvenil, Planeta Junior, Destino Infantil, Susaeta, Bruño, SM, Santillana, Everest, El Drac, con sus demostraciones de papiroflexia... Todas estaban a tope.

'El maestro y las magas' es un homenaje a las novelas del Oeste de Silver Kane
Todas las casetas de literatura infantil y juvenil fueron amablemente asaltadas

La feria ha celebrado este fin de semana su paso del ecuador con satisfacción. No hay datos, pero, según los organizadores, editores y libreros, las ventas van bien.

El cubano Raúl Rivero y el marroquí Alí Lmrabet debutaron ayer en la feria. "Hoy [por ayer] he venido a firmar, pero ya la he visitado estos días como cuatro o cinco veces. Es de ver y no creer", explicó Rivero. "Tantos libros... es inimaginable. En mi país se reeditan los clásicos, pero no hay novedades". "Es una alegría impresionante ver tantos libros en la calle, es extraordinario. Yo había estado en la Biblioteca Nacional, pero esto no tiene nada que ver, es una fiesta popular", añadió Lmrabet.

Rivero lleva dos meses en España, tras pasar dos años encarcelado en Cuba. Lmrabet, inhabilitado por 10 años en su país para ejercer el periodismo, reparte su tiempo entre España y Marruecos. "Ahora que se han autorizado en España los matrimonios gays, Alí y yo somos, con la oposición de nuestras esposas, casi una pareja de hecho. Damos conferencias juntos, juntos vamos a programas de televisión... Incluso a Alí le dieron en Estados Unidos el Premio Raúl Rivero", dijo el escritor, poeta y periodista cubano.

Les ha reunido en la feria su editorial, Península, que ha publicado Mañana, de Lmrabet, y Sin pan y sin palabra, de Rivero. Ambos preparan nuevos libros y con cierto parecido sobre sus respectivas experiencias en la cárcel. El marroquí ya sabe que lo publicará en Península. "Intentaré explicar con cierto humor lo que vi. La cárcel es el espejo oscuro de la sociedad marroquí. Cuando entras allí, nada de lo que has sido antes tiene significado. Me interesa más lo que vi que mi propia experiencia: carteristas muy valientes ante la administración de la prisión, delincuentes de cuello blanco chivatos...".

Rivero se ha traído de Cuba un libro de poemas inéditos, una novela corta de 120 páginas por acabar y Favorables, un libro que publicará la editorial gaditana Aduana Vieja y que reúne una selección de sus artículos publicados durante 18 años. Prepara también un libro de relatos sobre la cárcel. "Son testimonios de gente que he conocido allí, historias humanas que me han contado. No quiero hablar demasiado de mi condición de ex convicto".

Por la tarde, la gloria fue para el escritor chileno Alejandro Jodorowsky, que abarrotó el pabellón de Encuentros Fundación Círculo de Lectores, donde presentó el segundo volumen de su autobiografía, El maestro y las magas (Siruela), y la edición en bolsillo de La danza de la realidad, Donde mejor canta un pájaro y Psicomagia (DeBolsillo).

El maestro y las magas es todo un homenaje a las novelitas del Oeste que Francisco González Ledesma publicó entre 1951 y 1989 con el seudónimo de Silver Kane. Cada capítulo está encabezado por una cita de una de estas novelas que, explica Jodorowsky, "se acercan extrañamente a la filosofía zen".

Su maestro es el japonés Ejo Takata, que le ayudó a domar el intelecto y "descubrir la sabiduría femenina" y, sobre todo, a "aceptar el dolor, no a luchar contra él". La "maga surrealista" Leonora Carrington fue quien le enseñó el arte del tarot y "la sensibilidad femenina". Sus otras magas, La Tigresa, Doña Magdalena y Reyna d'Assia, también contribuyeron a conformar su aprendizaje de la sabiduría. "El objetivo de este libro", explicó, "es transmitir los elementos positivos y útiles y descartar los negativos en un mundo que va como va". Hubo buenas vibraciones en el pabellón.

Alí Lmrabet (izquierda) y Raúl Rivero, ayer en la Feria del Libro de Madrid.
Alí Lmrabet (izquierda) y Raúl Rivero, ayer en la Feria del Libro de Madrid.CRISTÓBAL MANUEL

Espectáculos en el Retiro

Xavier Velasco se convirtió ayer en una especie de flautista de Hamelin del siglo XXI y dejó al personal casi traspuesto. Se presentó en el pabellón Martín Gaite tocado con un sombrero de gaucho argentino, con ajustados pantalones de cuero negro, con zapatillas rojas de la escudería Ferrari, con cinturón AX (Armani Exchange) y con un megáfono con el que atronó a los visitantes. El escritor se transformó en actor y leyó uno de los cuentos de El materialismo histérico (Alfaguara), 'Confieso que he vendido'. Imitando la voz apresurada y seductora de un vendedor ambulante, consiguió meter a más de un despistado en el pabellón. Allí le esperaba un diván, desde el que leyó otro de sus relatos, 'La venganza del hijo de Yocasta', que provocó carcajadas.

Acabada la representación, habló con el periodista y escritor Juan Cruz de la locura, de la infancia, de la literatura, de la escritura. "Lo mío es vocación de abismo. Escribo cuando noto que las ideas se amontonan tanto que la sangre me golpea". Javier Gurruchaga, uno de los ídolos del escritor mexicano, llegó tarde a la cita. Pero no fue culpa suya. Iba él tan discreto hacia el Martín Gaite cuando fue descubierto por un grupo de señoras que se abalanzaron a besarlo. El corro que se organizó en el paseo de Coches del Retiro fue notable. Se corrió la voz y el músico quedó atrapado.

Francisco Ibáñez siguió ayer en olor de multitudes. Su cola fue espectacular -niños, jóvenes, mayores, muchos de ellos con libros antiguos bajo el brazo- y hubo que dirigirla con vallas y agentes de seguridad. También Iñaki Gabilondo arrasó con su libro de entrevistas Testigo de la historia (Aguilar). Lo mismo le pasó a Elvira Lindo, que firmaba ejemplares de su premio Biblioteca Breve, Una palabra tuya (Seix Barral). Iker Jiménez, Campo Santo (Suma), se estrenó ayer en el asunto de las colas y las vallas. Su cola daba la vuelta a la caseta de Casa del Libro. También Javier Moro concitó multitudes con su Pasión india (Seix Barral). Aunque sin autor firmando, también hubo cola en la caseta de Umbriel para comprar el libro de Dan Brown La conspiración.

En fin, hubo público para todos: Ángel González, Almudena Grandes, Ángeles de Irisarri, Matilde Asensi, Luis García Montero, Peter Berling, Maruja Torres, Andrés Trapiello, Javier Cercas... Decir también que, por la mañana, hubo más público en la caseta de Intermón Oxfam que en la de la editorial Fuerza Nueva, que, por esas cosas del azar, están juntas.

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