El brote de rubeola ha afectado ya a 346 personas tras 40 nuevos casos en ocho días

Un total de 40 nuevos casos en ocho días ha elevado hasta 346 las personas afectadas desde el pasado enero por el peor brote de rubeola que sufre la Comunidad de Madrid en el último decenio. Cuatro mujeres inmigrantes, no vacunadas en su país de origen, han tenido que abortar ante el riesgo de malformaciones en el feto. El PSOE llevará hoy a la Asamblea este asunto por considerar que la Consejería de Sanidad "ha fallado clamorosamente" a la hora de contener la enfermedad. Sanidad, por su parte, afirma que el número de nuevos afectados ha empezado a bajar.

La rubeola es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus. Sus síntomas -fiebre moderada, malestar y erupciones cutáneas- son casi siempre leves y duran entre tres y siete días. El gran riesgo de la rubeola, sin embargo, es que la sufran mujeres embarazadas en el primer trimestre de gestación, ya que entonces el riesgo de que el bebé nazca con malformaciones (ceguera, sordera o retraso mental) es del 90%.

Los 346 casos confirmados por Sanidad desde enero y hasta el pasado viernes multiplican por 35 los 10 casos notificados en la región en todo 2004. El inicio del brote data de la tercera semana de enero, cuando los centros de salud y hospitales públicos alertaron del aumento de la incidencia de la rubeola.

Uno de cada tres enfermos son varones españoles de 20 a 45 años, lo que se explica porque hasta los primeros años de los ochenta en España sólo eran vacunadas contra la rubeola las niñas. Desde entonces, la vacuna de esta enfermedad, incluida en la triple vírica, es administrada a toda la población infantil. Dos tercios de los afectados son inmigrantes no vacunados en sus países de origen.

Cinco enfermos más al día

Sanidad admitió el pasado 21 de abril que el número de afectados por el brote ascendía a 306. Todos los jueves, el Servicio de Epidemiología de Sanidad elabora un informe semanal que analiza la evolución del brote. El número de afectados había aumentado en el siguiente informe a 330, y un día más tarde, el pasado viernes, la cifra de enfermos registrada por Sanidad ya era de 346, según fuentes de Salud Pública.

Estos datos revelan que en sólo ocho días el número de enfermos ha aumentado en una media de cinco diarios, a la espera de que hoy, jueves, esté terminado el último informe de Epidemiología.

Un portavoz de Sanidad informó ayer de que "la incidencia de la rubeola está descendiendo en las últimas tres semanas". "Es previsible que los nuevos casos desaparezcan a lo largo de este mes", añadió este portavoz.

Sanidad sostiene que desde el pasado febrero ha reforzado desde los centros de salud de la red pública la vacunación de los colectivos más afectados para contener la extensión de la enfermedad, especialmente inmigrantes.

El PSOE, sin embargo, se muestra muy crítico con la actuación de Sanidad. "La consejería reaccionó tarde y no hizo un esfuerzo desde el primer momento para identificar el mayor número de casos posibles. Esto ha hecho luego inevitable la extensión de la rubeola entre los colectivos no vacunados", explicó ayer Francisco Hernández Ballesteros, diputado regional socialista.

"Pero lo peor ha sido la ausencia de medidas para proteger a la población más vulnerable: las mujeres embarazadas. Sanidad se ha limitado a recomendar a los médicos de familia que vacunen a los colectivos no inmunizados, pero nada más. Este brote es de tal magnitud que hubieran sido necesarias medidas activas de vacunación en colaboración con asociaciones sociales y con campañas públicas de información. Pero Sanidad ha preferido mantener todo este asunto bajo un manto de silencio", añadió Hernández Ballesteros.

La Consejería de Sanidad tiene diseñado un plan específico para reforzar la vacunación entre los colectivos menos inmunizados contra enfermedades infecciosas. Este plan incluye medidas reclamadas ahora por el PSOE, como campañas de información pública y colaboraciones con asociaciones sociales, pero el Gobierno regional ha decidido no acelerar su puesta en marcha, prevista para la segunda mitad de este año.

"No entendemos que un plan que está diseñado para evitar este tipo de brotes no sea activado cuando la región sufre el peor de ellos en una década", critica Hernández Ballesteros. Éste pedirá hoy en la Asamblea de Madrid al consejero Manuel Lamela una explicación por la que, en su opinión, ha sido "una nefasta gestión de la mayor crisis en salud pública que sufre la región en muchos años".