La deuda de los hogares supera los 595.000 millones, el 75% de la riqueza que se crea en España cada año

Los españoles viven cada vez más de prestado. La deuda de las familias creció un 17,5% el año pasado, hasta un récord de 595.183 millones de euros. Esta cifra, que supera a la renta de los hogares (511.509 millones en 2004), supone ya un 74,52% del producto interior bruto (PIB), frente al 45% de 1997, y se debe fundamentalmente al esfuerzo para la compra de vivienda.

En cambio, el importe de los activos financieros de las familias (efectivo, depósitos, acciones, fondos) creció a un ritmo muy inferior (9,2%). Este alto endeudamiento es uno de los mayores riesgos que afronta la economía, según el Banco de España, pero otros expertos afirman que la situación está bajo control.

La subida del precio de la vivienda sigue marcando el ritmo de la deuda de las familias: los pisos se encarecieron más del 17% el año pasado, lo mismo que creció la deuda de los hogares. Esta pauta se repite en general desde finales de 1997, año que marcó el inicio del actual boom inmobiliario. Desde entonces, la deuda de las familias se ha casi triplicado -supera ya la media europea-, mientras los precios de los pisos se han disparado casi un 150%.

El año pasado la deuda financiera (préstamos, créditos y otras cuentas pendientes de pago) de las familias españolas volvió a crecer fundamentalmente por el incremento de los préstamos a largo plazo, principalmente hipotecarios (un 20% más que en 2003), que se situaron en 502.183 millones. Así, se supera por primera vez la cifra del medio billón de euros en este tipo de préstamos, según datos del Banco de España. "Este elevado endeudamiento es algo relativamente lógico, dado los bajos tipos de interés, y no hemos visto el pico todavía", afirma el director de inversiones de Morgan Stanley, Javier Estrada. "El nivel de deuda es razonable, ya que la morosidad sigue siendo muy baja, se prevé que los tipos sigan bajos durante bastante tiempo y los pronósticos sobre la evolución del mercado laboral [la buena marcha del empleo es determinante para la morosidad] son positivos", añade Estrada.