La recuperación de Montoya excluye a De la Rosa
Por teléfono. Así se enteró Pedro Martínez de la Rosa de que no conducirá el McLaren Mercedes MP4-20 el próximo domingo en Montmeló. Su jefe de filas, el colombiano Juan Pablo Montoya, se ha recuperado de la fractura que sufrió en el hombro izquierdo mientras practicaba uno de sus deportes favoritos, el tenis, en Madrid. La primera cita que se perdió Montoya, el Gran Premio de Bahrein, fue resuelta, y de qué manera -un quinto puesto-, por De la Rosa. Y es que para esa carrera los ingenieros de McLaren no pudieron acondicionar el habitáculo del monoplaza a la corpulencia del primer piloto probador de la escudería, el austriaco Alex Wurth. Tres semanas después, en el de San Marino, el austriaco relevó a De la Rosa y colocó el bólido de la estrella suramericana en la cuarta posición.
"Ha sido muy frustrante para mí ser un espectador y espero con mucha ilusión el fin de semana", declaró Montoya. A pesar de regresar en Cataluña, el estandarte de McLaren es consciente de que el circuito de Montmeló puede pasarle factura. "La pista barcelonesa exige mucho físicamente debido a todas las curvas rápidas que tiene, pero he seguido un programa de rehabilitación extenso para aumentar los músculos en mi hombro y estaré bien preparado". En caso contrario, allí estará De la Rosa, que reside en Bellaterra, a escasos kilómetros del circuto, para solventar la papeleta ante su público.
El español se mostró un tanto resignado ante la noticia de que debe ceder el paso a Montoya: "Acepto deportivamente la decisión del equipo. No me sorprende porque sabía que, si se recuperaba a tiempo, sería él quien corriese. Por mi carácter de competidor, me habría gustado mucho pilotar ante mi gente, pero...". En el caso de que la escápula del hombro izquierdo de Montoya se resienta, allí estará De la Rosa, que llevará mañana el McLaren en la primera tanda de entrenamientos.
