La sindicatura observa anomalías en obras públicas de CiU

Las empresas de la Generalitat vinculadas a la gestión de obra pública, entre ellas GISA, incurrieron en diversas irregularidades bajo la anterior Administración, de Convergència i Unió. Así se desprende de diversos informes de la Sindicatura de Cuentas revelados ayer en el Parlament por Enric Genescà, miembro de la sindicatura. Entre las deficiencias encontradas, Genescà citó retrasos "bastante frecuentes" en la ejecución de las obras, la utilización "generosa" del procedimiento negociado en lugar del concurso público en la adjudicación de obras y el hecho de considerar la experiencia como un mérito en los concursos. Este último punto, explicó Genescà, puede provocar "concentración" de empresas adjudicatarias y, además, está prohibido por la normativa de la Unión Europea.

El síndico aseguró que, según un informe del año 2000, GISA incumplió la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas en la contratación de servicios informáticos, aunque no en materia de obra pública.

Pese a estas deficiencias, los informes concluyen que los procesos de adjudicación de obra pública por GISA se ajustan a la normativa y garantizan, "en la mayoría de los casos", los principios de publicidad y concurrencia. En la misma línea se expresó el interventor general de la Generalitat, Josep Maria Portabella, que ayer también compareció en la comisión parlamentaria que investiga el presunto cobro de comisiones ilegales, el polémico 3%. Portabella elogió el modelo de GISA y puso como prueba de su bondad que se haya extendido a otras comunidades autónomas.

Los dos expertos también coincidieron al afirmar su desconocimiento del pago de comisiones, algo que, según Genescà, resulta imposible de detectar para la Sindicatura de Cuentas, ya que "no tiene derecho a fiscalizar" a las empresas adjudicatarias.