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Reportaje:

El rezo de los compatriotas

La comunidad polaca de Madrid rinde tributo al papa Wojtyla con una misa

Esther Sánchez

Las lágrimas humedecían los ojos y corrían por las mejillas de muchos de los fieles polacos que se reunieron ayer por la tarde en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz, en la calle de Valderribas (Puente de Vallecas), para rezar por su compatriota el papa Juan Pablo II.

En la iglesia se congregaron más de mil fieles, que abarrotaron bancos y pasillos e, incluso, escucharon la eucaristía desde el exterior. También asistieron al acto religioso la embajadora de Polonia en España, Grazyna Bernatowicz, y el cónsul de ese país. La embajadora se encontraba muy emocionada por la pérdida del Pontífice.

A la derecha del altar una fotografía del Papa recordaba su figura junto a un cuadro de la virgen negra de Czestochowa, de la cual era devoto. A sus pies se acumulaban las velas. En el ambiente se respiraba la emoción del momento y antes de iniciarse la misa, por los micrófonos se escuchó un discurso de Karol Wojtyla que pronunció en uno de sus viajes a Polonia.

Todos los domingos se oficia una misa a las 17.30 en esta parroquia en polaco, pero ayer fue especial. Además de las personas que asisten habitualmente al oficio religioso, acudieron otras que iban a rezar por el Papa. Es el caso de Ireneusz Jozef, de 24 años, que se había desplazado junto a un grupo de amigos desde Torrejón de Ardoz. "Estamos tristes. Hizo mucho por nosotros. Antes de él, Polonia era un país más desconocido. Aquí cuando vas a un trabajo y dices que eres polaco te contestan '¡ah, como el Papa!', y te miran de otra manera", explica.

Beatriz Seryszko, de 32 años, acudió a la iglesia junto con sus dos hijos, una niña de cuatro años y un bebé de tres meses. "Siento que se me ha partido el corazón, realmente todavía no me lo creo. La niña también está triste porque, aunque es pequeña, entiende que se ha ido al cielo".

Pero no todos los asistentes eran polacos. Isabel de Beso, una enfermera española jubilada de 72 años, acompañaba a los polacos en sus rezos. "No entiendo una palabra de polaco, pero estoy aquí para estar con ellos", dice.

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Los sacerdotes polacos que oficiaron la misa, junto a otros dos españoles, hablaron de las enseñanzas del santo padre, con frases que dijo en vida: "No tengáis miedo, abrid vuestros corazones a Jesús". Los oficiantes También recordaron el papel que jugó Wojtyla en la desaparición del comunismo.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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