La devoradora de palabras
"Ella no hablaba inglés y yo no hablaba francés. Conversábamos por medio de los ojos, de los dedos... Era abril en París. Sí, y yo estaba enamorado". Así lo cuenta Miles Davis en su autobiografía. El trompetista y Juliette Gréco se conocieron en 1949 en el Tabou, del número 33 de la calle Dauphine, una cave frecuentada por los existencialistas. "Creo que fue la primera mujer que amé de verdad, y la separación casi me partió el alma y me precipitó al fondo de un pozo y me hundió en la heroína".