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LA QUEJA

Ligado a un contrato

Ana Pantaleoni

La queja de Virginio muestra la necesidad de leer la letra pequeña de los contratos. Este lector relata la secuencia de los hechos: el pasado septiembre solicita el servicio de ADSL de Ya.com. En la última semana de noviembre llega el módem, pero la conexión dura dos minutos, se corta y jamás vuelve a funcionar. Durante las dos primeras semanas de diciembre, llama reiteradamente al servicio técnico. "Ante esta falta completa de servicio y de atención, solicito la baja. Digo al banco que no acepte ningún cargo de Ya.com puesto que jamás tuve servicio, a pesar de que hubo una primera conexión que duró lo que duró", explica Virginio. El 27 de diciembre recibe un correo con la confirmación de la baja.

A principios de año, "recibo dos cartas amenazadoras de una agencia jurídica instando a pagar mi deuda y una llamada en la que me dicen que o pago o me incluyen en un listado de morosos" afirma.

Ya.com confirma que Virginio llamó al servicio técnico el pasado 29 de noviembre, día en que se activó el servicio. "El cliente manifiesta en su llamada problemas en el servicio. Se anota la incidencia y se le comunica que se procederá al análisis para su resolución antes de los 30 días que Ya.com tiene para gestionar la incidencia. El 8 de diciembre el cliente expresa su deseo de darse de baja. Se le informa que la baja será a su cargo por no respetar el plazo que según contrato se tiene para resolverla. El cliente no hace frente al pago de la factura, con lo que la baja se genera por impago, emitiéndose también el cargo de baja antes del año". La explicaciones de la empresa prosiguen: "Ante una posterior llamada del cliente, se le envió un correo electrónico indicándole que se entendía procedente abonarle los días sin conexión, pero que no se realizaría el abono mientras no hiciera frente a la deuda pendiente".

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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