España cree que es un golpe al frágil equilibrio de la región
El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, condenó ayer "con una enorme tristeza y desgarro personal" el atentado cometido en Beirut contra el ex primer ministro libanés Rafik Hariri y advirtió de que su asesinato constituye "un golpe muy grave" a todos los "frágiles equilibrios" de la región.
El ministro conoció la noticia mientras almorzaba en Damasco con su colega sirio, Faruk Al Shara, y tras haberse entrevistado con el presidente, Bachar el Asad. Las perspectivas de una pronta retirada de Siria del Líbano fue uno de los temas tratados en esa entrevista.
Moratinos aseguró que había detectado una "enorme disponibilidad" de sus interlocutores para negociar con la ONU la aplicación de la resolución 1.559 -que pide la retirada de tropas extranjeras de Líbano-, aunque, añadió, esto no quiere decir que Damasco haya renunciado a toda influencia sobre el país vecino ni que estén superados todos los problemas.
El ministro dijo también que Siria apoya la unidad entre las distintas fuerzas palestinas y está dispuesta a reanudar el diálogo con Israel sin condiciones. Moratinos confió en que, pese al crimen de ayer, los libaneses "mantengan su sentido de Estado, de unión y de responsabilidad". Otras fuentes diplomáticas aseguraron que las autoridades sirias se sintieron "destrozadas" por la muerte de Hariri como consecuencia de un atentado que puede colocar a Siria en el centro de especulaciones no deseadas.
"El Gobierno español pide que se investigue de manera exhautiva la autoría de este odioso atentado y exige que sus responsables sea juzgados con todas las consecuencias", se lee en un comunicado publicado ayer por el Ministerio de Exteriores español.
Moratinos asistirá hoy en Beirut a los funerales por el ex primer ministro libanés, después de analizar, anoche, en El Cairo las repercusiones políticas de su asesinato con el presidente egipcio, Hosni Mubarak.
