Arrepentimiento tardío
JUAN G. BEDOYA | Madrid
Si Juan Pablo II muriese ahora, los cardenales encargados de elegir al sustituto no serían 120, como él deseaba, sino uno menos. Faltará, además, alguien querido de manera especial por el anciano Pontífice polaco: el también polaco Henryk Roman Gulbinowicz, emérito cardenal arzobispo de Wroclaw. Gulbinowicz, que hasta ahora figuraba como elector al no haber cumplido los 80 años, tiene cinco años más de los que figuran en su biografía oficial.