Una juez ordena embargar 2.600 millones a la filial de Bolsa del Santander en México

Una juez de México DF ordenó embargar cuentas de la sociedad de Bolsa Santander Serfín, hasta un total de 37.646 millones de pesos (casi 2.600 millones de euros) como ejecución de una sentencia en favor de Francisco Bahamonde Santiso, familiar del general Franco. Bahamonde invirtió 15 millones de pesos en 1993, que perdió por la acción de un intermediario, y el Santander Serfin fue responsable, según la juez. Los intereses de demora se elevan a casi 2.600 millones. Fuentes del Santander comentaron que "se trata de un error judicial y por tanto será recurrido".

La juez mexicana Rosalía Guerrero Rodríguez, del juzgado 31 de primera instancia del Distrito Federal, ha ordenado el embargo de las cuentas de la sociedad de valores y Bolsa del Banco Santander-Serfin hasta un monto de 37.646 millones de pesos. El fallo judicial, el más alto de los impuestos en el país norteamericano, recuerda las dimensiones del recientemente impuesto por un juez español al Fondo de Garantía de Depósitos a favor de Domingo López Alonso, ex propietario del Banco de Valladolid.

La orden de embargo forma parte de la ejecución de una sentencia a favor del recurso de ciudadano español Francisco Bahamonde Santiso, sobrino segundo del dictador Francisco Franco, quien inició una demandan judicial contra la referida sociedad hace siete años después de perder todas sus inversiones.

La cifra de 2.537 millones de euros, que cuenta con el aval del Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de México, es el resultado de los 15 millones de pesos que invirtió Francisco Bahamonde en marzo de 1993, más los intereses de demora acumulados a un tipo de interés equivalente a cuatro veces el costo porcentual promedio.

Dicha cantidad supone unas 29 veces el activo total de la sociedad de valores y Bolsa, y un 15% de los activos en México del grupo financiero Santander-Serfin. Los responsables del banco explicaron que "dado lo exorbitadas de la cantidad, se trata de un error judicial y, por lo tanto, se van a presentar los recursos correspondientes".

Residente en España

La sentencia de la juez Guerrero ha sido recurrida por la sociedad de valores después de que el viernes pasado el banco presentara un recurso de amparo. Sin embargo, el juez federal Carlos Padilla no suspendió la orden de embargo por entender que era una sentencia definitiva contra la sociedad de valores y no contra el banco. El proceso que se iniciará con el recurso puede demorar tres meses. Fuentes próximas al banco español estiman, por el contrario, que la interposición de un recurso sí podría paralizar la obligación de abonar la citada cantidad.

Según el recurrente, Bahamonde Santiso, residente en España, tenía en 1994 unos 43,2 millones de pesos en su cuenta de la sociedad, llamada en aquella época Inverméxico.

Cuando dos años después pidió por teléfono su estado de cuenta, le informaron que su saldo estaba a cero. La explicación que los fondos que estaban a nombre de Bahamonde habían sido retirados por José Luis Gutiérrez García, a quien había otorgado un poder para pleitos y cobros. Bahamonde alegó que el contrato con Inverméxico sólo autorizaba a retirar fondos a él en persona o a sus padres o hermanos, previa identificación con el pasaporte en vigor.

A lo largo de los últimos cinco años, la sociedad de valores presentó cinco recursos de amparo ante un tribunal federal contra sentencias adversas del Tribunal Superior de Justicia del DF. En todos los casos, los jueces consideraron que Inverméxico había autorizado indebidamente los retiros efectuados por Gutiérrez García. La sociedad de valores debía, por lo tanto, reintegrar los fondos al sobrino segundo de Franco más los intereses, que se calculan mes a mes y son capitalizables.

Según fuentes bancarias, el embargo afecta a una pequeña parte de las operaciones del Grupo Santander-Serfin, pero no a sus cuentas bancarias. El Grupo Santander completó en 1988 la compra del Banco Serfin, en su momento el tercer banco de México. Previamente, entre los años 1995 y 1996, había adquirido el Banco Mexicano, que era propietario de la sociedad de valores Inverméxico, que posteriormente se convertiría en la filial de Bolsa denominada Santander Serfin. En el momento de los hechos juzgados, Inverméxico no pertenecía al Santander, aunque la decisión de la juez obliga a la entidad a hacer frente a su fallo.

Pese a este fallo, la actividad bursátil del Santander Serfin no se ha visto afectada, por lo que los clientes han seguido operando con normalidad. En principio, no está previsto que se utilicen los recursos propios del banco Santander Serfin para hacer frente a este embargo, salvo que se produjera una nueva denuncia en la que se involucra a la entidad bancaria y fuera apoyada por los jueces mexicanos.