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ELECCIONES PALESTINAS | La jornada de la votación

Palestina deposita su futuro en Abu Mazen

La comisión electoral alargó dos horas la votación ante la moderada afluencia a las urnas

Mahmud Abbas, alias Abu Mazen, de 62 años, candidato del oficialista partido Al Fatah, fue elegido ayer segundo presidente de Palestina y sucederá al histórico líder Yasir Arafat. Aunque los resultados oficiales no se conocerán hasta hoy, los sondeos a pie de urna proclaman su victoria con un 70% de los votos, más de 50 puntos por delante de su más directo rival, el independiente Mustafá Barguti, que sólo logró el 19,7 % de los sufragios, mientras que el índice de participación se elevó a casi un 70% de los electores inscritos. La ausencia de votantes a media tarde obligó a la comisión electoral a prolongar dos horas la votación, lo que favoreció a la candidatura oficial y originó las protestas de fraude por parte de los otros candidatos. La victoria de Abu Mazen fue acogida con entusiasmo por sus seguidores y por la comunidad internacional, que ven en el nuevo presidente una esperanza de paz.

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"Dedicamos esta victoria a la memoria del dirigente mártir Yasir Arafat y también a las almas de nuestros mártires, de nuestros heridos y a los más de 11.000 prisioneros que se encuentran detrás de las rejas. Pero, además, dedicamos este triunfo a todos los movimientos políticos palestinos", aseguro eufórico Mahmud Abbas desde la Mokata (residencia del presidente palestino en Ramala). El virtual presidente palestino se dirigía a centenares de seguidores y militantes del partido Al Fatah que se reunieron en este lugar tras conocer los primeros resultados oficiosos. Mahmud Abbas recordó en su primer discurso los principales objetivos de su agenda política, entre los que destaca sobre todo el de "construir un Estado independiente con Jerusalén como capital".

Los primeros resultados electorales oficiosos apuntan a que Mahmud Abbas habría sido votado por el 70% de un cuerpo electoral constituido por 1.200.000 votantes, inscritos previamente, que representan el 67% de los electores mayores de 18 años, sin contar los electores de Jerusalén, que se elevan a unos 120.000, y que por fricciones políticas con los israelíes no pudieron en su mayoría acercarse a las urnas.

Todas estas cifras ponen de manifiesto que, en realidad, y teniendo en cuenta el censo total de los mayores de edad, el nuevo presidente cuenta con un relativo apoyo de la población, que ronda el 40% de los electores. La moderada participación fue reconocida durante la jornada por la dirección palestina y la comisión electoral, que se vio obligada a prolongar durante dos horas la votación. Al parecer, estas dos horas de prolongación permitieron incrementar en 20 puntos porcentuales el número de votantes.

La Comisión Electoral y las autoridades palestinas acusaron oficialmente a los responsables israelíes de ser los causantes directos del bajo índice de participación, al haber mantenido los puestos militares y policiales y los controles en las carreteras de acceso a las ciudades palestinas, impidiendo así el fácil acceso de los votantes y violando los acuerdos suscritos días antes ante la comunidad internacional, por los que se habían comprometido a retirar las tropas durante 72 horas y a permitir el paso de los ciudadanos y las operaciones de voto.

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Observadores internacionales

Las alegaciones oficiales esgrimidas por los responsables palestinos, con las que justificaron que los colegios electorales prolongaran sus horarios por dos horas, eran, sin embargo, parcialmente desmentidas por los máximos responsables de los grupos de observadores internacionales, el ex primer ministro francés Michel Rocard y el ex presidente de Estados Unidos Jimy Carter, que aseguraron, por el contrario, que los pasos militares habían sido aligerados y que las urnas y la red electoral habían llegado a todas partes, incluidas un grupo de poblaciones del sur de Nablús que en la víspera se encontraban bajo toque de queda por razones de seguridad.

"No he encontrado ninguna intimidación", aseguró el ex presidente norteamericano Jimmy Carter en Jerusalén Este, donde se trasladó para mediar en el conflicto creado con las listas de los votantes inscritos y escuchar las quejas de los electores. El ex mandatario aseguró, además, que los israelíes habían levantado o aliviado los controles. Carter, que ha servido como mediador entre israelíes y palestinos en estas elecciones, fue observador en los comicios presidenciales de 1996, en las que fue elegido presidente Yasir Arafat.

Sin embargo, entre las razones esgrimidas por los responsables de la Administración palestina para tratar de justificar el moderado índice de afluencia a las urnas, se olvidaban incluir o preferían esconder otro factor importante: la orden de boicoteo dada por las formaciones fundamentalistas, especialmente Hamás, el principal partido de la oposición. En las presidenciales de 1996, los índices de participación fueron del 86% en Gaza y del 73% en Cisjordania, y el presidente Yasir Arafat logró el 88,2% de los votos, mientras que su rival, la activista Samina Jalil, sólo consiguió el 11,5%. En aquellos comicios presidenciales los partidos islamistas también dieron orden de boicoteo.

La Comisión Electoral aplazó anoche la difusión de los resultados parciales hasta verificar unos 30.000 votos hechos mediante la presentación de la tarjeta de identidad, es decir, sin contrastar identidades con el padrón electoral. Se trata de votantes que ejercieron su derecho sin estar empadronados, y mediante una cláusula de emergencia en la ley electoral que permitía al presidente de la comisión autorizar el voto mediante la simple presentación de la tarjeta de identidad.

La jornada electoral se desarrolló con tranquilidad y sin incidentes importantes, al margen del disparo de dos misiles israelíes sobre una escuela que servía de centro electoral en el campo de refugiados de Jan Yunis, al sur de la franja de Gaza. Sin embargo, el aspirante independiente, Mustafá Barguti, denunció ayer por la noche en una conferencia de prensa celebrada en Ramala importantes irregularidades, la mas relevante de las cuales sería la prolongación de los horarios de votación, una práctica que suele favorecer a los partidos oficialistas, en este caso a Al Fatah. Barguti aseguró que la prolongación del horario había sido "injustificada" y que suponía una violación del reglamento. Pero también acusó a los israelíes de no haberse replegado y de haber complicado la jornada electoral, especialmente en Jerusalén Este.

Los resultados electorales fueron acogidos con entusiasmo por los líderes internacionales, que esperan que la elección de Abu Mazan posibilite poner fin a la Intifada y reanudar el proceso de paz interrumpido desde hace cuatro años. Así lo manifestaron diversos portavoces del Gobierno israelí y el responsable de la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, que aseguró que el día de ayer había constituido una "jornada histórica".

Abu Mazen se dirige a sus partidarios en Ramala poco después de cerrar los colegios electorales.
Abu Mazen se dirige a sus partidarios en Ramala poco después de cerrar los colegios electorales.REUTERS
Un miliciano de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa introduce su voto en un colegio electoral de Jenin, Cisjordania.
Un miliciano de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa introduce su voto en un colegio electoral de Jenin, Cisjordania.ASSOCIATED PRESS

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