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Crítica:VW GOLF GTI 2.0 T-FSI DSG | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El GTI recupera sus mejores virtudes

Todo el sentido práctico del Golf como coche familiar y el disfrute al volante de los primeros GTI. La nueva versión deportiva del superventas alemán recupera el espíritu del primer GTI y vuelve a apostar por el carácter. Estrena una decoración más llamativa, una mecánica más potente y un equipo de seguridad muy completo que convierten la conducción en un placer. Y aunque tiene un precio alto (27.000 euros con cambio manual de seis marchas), no es más caro que otros modelos equivalentes.

La puesta al día de un mito

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Divertido y muy seguro

El primer GTI salió a la venta en 1976 en una pequeña serie como gancho comercial. Medía sólo 3,7 metros de largo, 11 centímetros menos que un Clio actual, pero montaba un motor 1.6 de inyección con 110 CV y apenas pesaba 820 kilos. Este cóctel revolucionario ofrecía unas prestaciones espectaculares entonces para un coche tan pequeño. Y fue recibido con tal entusiasmo que VW tuvo que ampliar la producción. Casi 30 años después, la marca alemana ha vendido 1,5 millones de GTI y se ha convertido en uno de los mitos de la historia del automóvil.

El aumento de tamaño del Golf, cada vez más pesado y menos ágil, y la llegada del Audi A3 habían desplazado al GTI como objeto de deseo, y para frenar la caída llega ahora esta quinta generación con argumentos renovados. Lo primero que ha hecho VW es aplicar una estética más deportiva que lo diferencia de los demás Golf. Así, estrena un frontal más agresivo, con una parrilla con diseño nido de abeja que se prolonga hasta la base del parachoques y queda dividida en dos por la matrícula. La decoración exterior incluye también llantas de 17 pulgadas, doble salida de escape cromada -emite un sonido excitante- y unas suspensiones que reducen 1,5 centímetros la altura de la carrocería y potencian su deportividad. Estos cambios aportan al GTI una personalidad que refuerza poderosamente su atractivo.

Deportividad práctica

La deportividad del GTI no implica sacrificar el sentido práctico, de hecho se vende también en carrocería cinco puertas. Y ofrece la amplitud y la funcionalidad de los demás Golf con un estilo interior más vistoso y específico. Destaca la altura, que aumenta la sensación de desahogo, pero tiene también unas plazas delanteras muy logradas, suficiente espacio para las piernas atrás y un maletero correcto que se puede ampliar abatiendo los respaldos posteriores.

Los cambios estéticos respecto a los otros Golf se aprecian en el volante -exclusivo de esta versión-, el pomo del cambio, los pedales metálicos, la instrumentación (llega a 300 km/h.) y, sobre todo, los asientos, muy envolventes, atractivos y cómodos a la vez. Y crean un ambiente más sugerente y deportivo en el que sólo desentona la consola central, algo triste y anodina.

Por lo demás, está muy bien acabado, los materiales y los mandos transmiten sensación de consistencia y calidad, y ofrece buenos huecos para objetos: portagafas, apoyabrazos central hueco, dos posavasos junto al freno de mano, bolsas grandes en las puertas...

Motor de 200 CV y dos cambios

El Golf GTI sólo se vende con el nuevo motor TFSI, un 2.0 turbo de inyección directa de gasolina con 200 CV. Viene de serie con cambio manual de seis marchas, pero se ofrece como opción el automático secuencial DSG, también de seis velocidades y accionable desde el volante. El conjunto aporta unas prestaciones muy brillantes y una calidad de conducción sobresaliente que combina deportividad y confort para afrontar los viajes largos con comodidad y seguridad. Además incluye de serie un equipamiento muy completo con seis airbags, ABS, ESP, climatizador, radio-CD, ordenador de viaje y todo lo habitual.

Conclusión

El nuevo GTI evoluciona el concepto de VW y vuelve a situar el Golf como referencia a superar. Tiene una imagen con gancho, un interior práctico y una mecánica brillante. Combina buenas prestaciones y consumos con una estabilidad ejemplar para disfrutar su poderío con seguridad. Y aunque es algo caro, justifica lo que cuesta.

La versión GTI del nuevo Golf tiene una decoración más deportiva que lo distingue de sus hermanos. La parrilla frontal, las llantas grandes de 17 pulgadas y las suspensiones rebajadas son lo más llamativo.

ESTILO DEPORTIVO Y FUNCIONAL

El interior del GTI mantiene el diseño y la capacidad de los demás Golf, pero con un estilo deportivo que realza su imagen. El salpicadero es el mismo, igual que la consola central, algo espartana. Pero la instrumentación va enmarcada en unos aros cromados y tiene unos pedales metálicos muy conseguidos. Destaca el volante, más grueso de lo normal y con un diseño anatómico que indica la posición ideal de las manos. Y lleva la base recta para que no roce en las rodillas, como los de fórmula 1. Además, el cambio secuencial DSG opcional incluye unas levas para accionarlo sin separar la mano de la dirección. Entre los aspectos mejor resueltos están también los asientos deportivos, que ofrecen un buen compromiso entre sujeción lateral y confort, y junto al volante, regulable en altura y distancia, ayudan a ofrecer esa posición de conducción agradable y con todo a mano que distingue a los Golf. Las llantas de aleación del GTI (17 pulgadas) dejan ver unos frenos sobredimensionados que incluyen unas llamativas pinzas de freno en color rojo. Y la zaga lleva un discreto alerón en el techo y se distingue de otras versiones del Golf por la mayor anchura de las vías y la doble salida cromada del escape, que va integrada en la base del parachoques.

PRECIOS ALTOS, PERO COMPETITVOS

El Golf GTi tiene unos precios altos, pero en línea con sus competidores. La versión con cambio manual cuesta 27.000 euros e incluye seis airbags, ABS y ESP, lo que supone 5.200 menos que el Audi A3 con el mismo motor y un equipo de serie similar, aunque éste viene con el cambio secuencial DSG (no se vende con el manual) que tiene un precio de 2.250 euros en el Golf.

La alternativa más asequible al deportivo de VW es el Civic Type 'R', que sale 2.800 más barato. Pero viene con un equipamiento muy justo que apenas incluye doble airbag y ABS. Y hay que sumarle el aire acondicionado, que es opcional (1.600 euros). Además, está también el León Cupra 'R', que sale 345 euros más caro pero ofrece una motor más potente y prestaciones superiores con un equipo de serie similar. Y el Mégane Sport, que es 1.800 euros más caro y también corre más que el Golf.

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