La sanidad pública necesita más especialistas
Madrid retrasa la jubilación de médicos hasta los 70 años para paliar la falta de facultativos
Ser médico en España no es hoy garantía de calidad y estabilidad profesional. Varios miles de titulados están en paro, muchos más sufren una acuciante precariedad laboral y algunos tienen que emigrar para ejercer. Pese a ello, una nueva y paradógica amenaza se cierne sobre la sanidad pública: la falta de médicos en algunas especialidades, lo que ha obligado a la Comunidad de Madrid a retrasar la jubilación hasta los 70 años.
El 10% de los médicos especialistas que ejercen en Madrid cumplirá los 65 años entre el año que viene y 2010
La escasez de profesionales en alguna de las 48 especialidades médicas reconocidas en España no es un fenómeno nuevo. La falta de anestesistas, por poner sólo un ejemplo, es conocida desde hace años. En diciembre de 1999, el pleno del Senado aprobó una moción que instaba al gobierno a elaborar un estudio, nunca hecho, que analizara las necesidades de especialistas durante la presente década.
La situación actual ha llegado a un punto que los responsables del sistema sanitario califican de "preocupante". Además de anestesistas, hay dificultades para cubrir plazas de pediatría, varias cirugías (neurocirugía, cardiovascular, pediátrica, aparato digestivo...) y urología, entre otras.
"De los 5.812 médicos especialistas que ejercen en Madrid, 582, es decir, un 10%, cumplirán los 65 años entre 2005 y 2010. No hay relevo para todos ellos, lo que habría causado problemas muy graves en el sistema. Es por esto que hemos extendido hasta los 70 años, de forma voluntaria, la edad de jubilación", explica Armando Resino, director general de Recursos Humanos de la Consejería de Sanidad de Madrid.
No todas las comunidades, sin embargo, han adoptado esta medida. Andalucía ha mantenido la jubilación forzosa a los 65 años, lo que, según un artículo de Ángel Pizarro, secretario general del Sindicato Médico de Andalucía, obligará a "jubilarse a 432 médicos muy necesarios".
Carlos Amaya, secretario general del sindicato médico CESM, considera que se ha llegado a esta situación porque "desde hace muchos años ha faltado planificación". "Hay especialidades en las que hay más médicos de los que absorbe la sanidad pública, mientras en muchas las que la escasez de especialistas es cada año más grave", añade.
Ni el Ministerio de Sanidad ni las consejerías han hecho un estudio de las necesidades futuras. "Hace años que reclamamos un registro de médicos y una planificación a medio y largo plazo, pero sin ningún éxito hasta los últimos meses, en los que las distintas administraciones han tomado conciencia del problema", continúa Carlos Amaya.
Sólo hay dos formas de averiguar cuáles son las especialidades más necesitadas. La primera es preguntar a los hospitales qué vacantes de especialistas tienen más problemas para cubrir. La segunda, en la que trabaja CESM desde hace cinco años, es utilizar datos demográficos para ver las especialidades son las más envejecidas.
Rafael Catalá, gerente del hospital Ramón y Cajal de Madrid, admite que desde hace dos meses intenta, sin éxito, contratar un anestesista. Una situación parecida viven muchos centros, incapaces de cubrir sus necesidades de pediatras. En un tercio de las especialidades, uno de cada tres médicos tiene más de 50 años. Y varias de ellas, como neurocirugía y cirugía pediátrica y cardiovascular, se acercan al 50%, asegura CESM.
"Parte del problema actual se explica por el gran número de especialistas que se incorporaron a la sanidad pública en los años 70. Estos médicos han cubierto las plazas necesarias hasta ahora y no era necesario ampliar el número de médicos en formación, o MIR. Pero ahora, cuando se acercan a su jubilación, el sistema no está siendo capaz de formar a suficientes especialista para cubrir sus bajas", explican desde CESM
La formación de un especialista lleva de 10 a 12 años, lo que hace de la planificación a medio y largo plazo una herramienta imprescindible para evitar desajustes. Alfonso Moreno, director del Consejo Nacional de Especialidades, considera que el sistema de formación es eficaz, aunque tiene los "lógicos desajustes". El Consejo, formado por sociedades científicas, colegios de médicos, y residentes, elabora cada año una propuesta de cuántas de las más de 5.000 plazas anuales del MIR corresponden a cada especialidad. Sobre esta propuesta, la Comisión Nacional de Recursos Humanos, formada por el Ministerio de Sanidad y las Comunidades, define la proporción exacta.
Javier Rubio, subdirector general de ordenación profesional del Ministerio, destaca las dificultades de planificación: "hay que tener en cuenta la gran cantidad de factores que en influyen en las necesidades reales de especialistas del sistema. Pediatras en principio no faltan o no han faltado hasta hace poco. Ha sido una decisión política, la de ampliar el número de pediatras en los centros de salud, lo que ha disparado la demanda y ha llevado a una aparente escasez".
Otro caso es el de los especialistas en radiodiagnóstico. "A más y mejores equipos de diagnóstico, más especialistas son necesarios. Y, como tardan una década en formarse, pues el sistema llega tarde a cubrir las necesidades", explica una fuente del sector. Rafael Catalá, del hospital Ramón y Cajal, aporta otro dato que puede explicar el desajuste: "el sector privado, que también compite".