Columna

Allá ellos

Hay un tipo de personas que prefieren no saber. Es ese tipo de personas que prefieren no ver películas tristes, porque para triste ya está la vida; prefieren no saber si su mujer, o su marido, le está poniendo los cuernos; prefieren no enterarse de si el niño bebe, si se droga; prefieren no cambiar el dial de la radio aunque lleven años escuchando un programa que no soportan, incluso sé de personas (aunque parezca imposible) que se aferraron al papel higiénico El Elefante, como si rechazar ese papel fuera echar por el water parte de nuestra tradición. Es inevitable que muchas cosas suce...

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Hay un tipo de personas que prefieren no saber. Es ese tipo de personas que prefieren no ver películas tristes, porque para triste ya está la vida; prefieren no saber si su mujer, o su marido, le está poniendo los cuernos; prefieren no enterarse de si el niño bebe, si se droga; prefieren no cambiar el dial de la radio aunque lleven años escuchando un programa que no soportan, incluso sé de personas (aunque parezca imposible) que se aferraron al papel higiénico El Elefante, como si rechazar ese papel fuera echar por el water parte de nuestra tradición. Es inevitable que muchas cosas sucedan a nuestras espaldas, pero hay personas que prefieren que la vida suceda a sus espaldas. Su ideal sería que todo siguiera como siempre, aunque sea un desastre. Sé que hay muchas personas bienintencionadas que piensan que en América toda la información es mentirosa y que el ciudadano no puede enterarse de lo que pasa. Hay mucho de cierto en eso, pero también lo es que hay ciudadanos que se refugian en la comodidad de la ignorancia. A toro pasado, cuando ya se sabe que habrá Bush para rato, van apareciendo datos paradójicos. Dicen que han ganado los valores morales, pero es curioso que en las zonas en las que Bush ha ganado el índice de divorcios es mucho más alto, esa ansiedad de pecadores debe ser la que les lleva a atacar con furia el matrimonio homosexual. Más: los Estados en los que no se admite la pena de muerte son los que tienen el índice más bajo de asesinatos. Más: los Estados que votaron por Kerry son los más ricos, por tanto, los que más entregan al Estado y es esa burguesía (¿puedo decir ilustrada?) la que más defiende la salud y educación públicas. Para rematar, son esas zonas donde se concentra la clase media alta (que votan demócrata) los que van a beneficiarse de los recortes de impuestos de Bush. Esto se publica en los periódicos americanos. ¿No será que hay gente que prefiere no saber aunque sea a costa de sus propios intereses? Es posible que caigan en la cuenta de su error dentro de cinco años, cuando la poca ayuda social esté completamente desmantelada. Pero podrán estar satisfechos por aquello que dijo un senador republicano: "Estados Unidos es el único país donde los pobres están gordos". ¡Enhorabuena!

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