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LA INMIGRACIÓN, POR DISTRITOS | Moncloa-Aravaca

Al parque en familia los fines de semana

Uno de los mayores atractivos del distrito de Moncloa son sus zonas verdes: la Casa de Campo, el parque del Oeste y la Dehesa de la Villa. Desde hace años, todos los fines de semana sus descampados y canchas deportivas se llenan de personas que disfrutan de una fiesta improvisada. Son, sobre todo, ecuatorianos y peruanos que acuden a la cita semanal para relacionarse con su "gente", como afirma una mujer ecuatoriana de mediana edad. Ella y su familia van cada domingo "que hace buen tiempo" a pasar el día en el Parque del Oeste. Mientras los padres se sientan a comer en uno de los bancos, los niños corren y juegan entre vendedores ambulantes que ofrecen cerveza, incacola y pisco (un aguardiente peruano) y mesitas donde se puede degustar comida típica. También hay quienes se dejan cortar el pelo allí mismo o juegan al fútbol o al voleibol. Es una costumbre que han traído de sus países de origen y que siguen cultivando en Madrid.

Aunque ya son un paisaje común de los días de ocio de la capital, estas reuniones ya no son lo que eran. Por ejemplo, la música que se oye ya no es andina, como antes, sino canciones de moda que ponen los vendedores ambulantes de discos. "Me parece que ha cambiado un poco todo esto", dice Gonzalo, peruano de 34 años, que hacía tiempo que no se acercaba a los descampados. Solía ir con más frecuencia en primavera, hasta que "empezó lo de la policía", comenta. Entonces, algunos domingos, la Policía Municipal acudía allí para impedir la venta ambulante y para vigilar a los grupos que cobran por el uso de las canchas deportivas públicas, como ya hizo en otros parques más céntricos, por ejemplo en El Retiro, hasta que los inmigrantes se marcharon precisamente a los parques de Moncloa.

"Entiendo que hagan estos controles, pero también empezaron a pedir documentación. A mí no me da miedo, tengo los papeles en regla, pero me hace sentir como un ciudadano de segunda", explica. De todos modos, Gonzalo se marcha pronto; no le gusta ver cómo, cuando cae la tarde, "muchos andan ya bastante borrachos".

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