Se busca 'capo' para poner orden
ENRIC GONZÁLEZ | Roma
La policía italiana pensaba que para acabar con la Camorra napolitana había que empezar por los jefes, por los grandes capos como Genaro Licciardi, A Scigna (El Mono), encarcelado y muerto en prisión hace casi una década. Parecía razonable pensar que, una vez descabezado, el imperio mafioso se derrumbaría.