Los conductores de autobús denuncian agresiones en un barrio sevillano
Los trabajadores de la línea de autobuses de Sevilla número 71, que une el centro con el barrio de Torreblanca, decidieron ayer dejar de pasar por la zona más conflictiva de esta barriada desde las 21.00 los viernes, sábados y domingos, por los constantes ataques que sufren los conductores. La dirección de E. Casal, la sociedad concesionaria de este servicio, informó de la decisión adoptada por su comité de empresa y detalló 66 incidentes desde enero.
La última de las agresiones ocurrió el pasado domingo, cuando varias personas "tiraron una botella de cristal a la ventana del conductor, cortándole en la cara". Casos parecidos se han sucedido durante todo el año, como lanzamientos de objetos, impagos, consumos de drogas y hasta disparos con plomillos.