No llegar y pasarse
En la ya felizmente transcurrida etapa desinformativa de la primera cadena de TVE del PP / Urdaci acostumbraban a obviarse las noticias reales y magnificarse las irreales, ejerciendo en ocasiones sus dirigentes una imaginación ciertamente calenturienta y haciendo uso en otras, a modo de infantil disfraz, de una singular semántica, como con aquello de "CC OO". El hecho es que esta serie diaria de ciencia ficción a mí me liberaba de adrenalina y en este sentido no era, por tanto, despreciable. Pero a uno le gusta también enterarse de las cosas por la TV pública, que para eso recibe esa denominación, y que llegue a la verdad y nos la cuente.
Ahora parece ser que las cosas han cambiado, por supuesto, y tal vez sea una opinión infundada, pero mucho me temo que con este nuevo talante nos vayamos al otro extremo. El Día de la Hispanidad (¿!), con el medallero Bono y su escenificación en el desfile de to er mundo e güeno, me amargó el último día del puente. TVE además, como aquel que no quiere molestar, ha pasado de puntillas por el encontronazo entre Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre.
Y con ese nuevo debate de los 59 segundos o así, me quedé bocabadat. No me gustaría por supuesto, ni oso insinuarlo, que este nuevo Gobierno hiciera uso de los medios públicos a su alcance de la misma manera que lo ha hecho el anterior, pero enfrentar a la representante del PSOE, que creo que era Trinidad Jiménez, a tres representantes del PP -Miguel Ángel Rodríguez uno de ellos-, creo que fue una postura fuera de toda lógica, al no guardar la proporcionalidad en mi criterio exigible en cualquier debate. En fin, el talante benefactor y de concordia que trata de aplicar este Gobierno, con ser meritorio, pienso que tiene un límite, porque si no bien pudiera acabar en componenda, o lo que es peor, en una desvirtualización de lo que es y lo que pretende.