Inmigrantes
Llegan hacinados, hambrientos, con la piel helada por la no
che, con el corazón helado por el miedo. Vienen de donde la arena, de donde el fuego, de donde el árbol, de donde el río. Dicen que antes nosotros fuimos también emigrantes, pero no es igual. Ellos son del reino del hambre verdadera, de la miseria hecha atracción para el turismo, del último y desvencijado tren de la historia. Y vienen al paraíso, eso creen, pero sólo atisban los rescoldos del infierno. No es lo mismo. Ellos acarrean la negrura del desamparo de siglos. Ellos pierden incluso antes de llegar....
Llegan hacinados, hambrientos, con la piel helada por la no
che, con el corazón helado por el miedo. Vienen de donde la arena, de donde el fuego, de donde el árbol, de donde el río. Dicen que antes nosotros fuimos también emigrantes, pero no es igual. Ellos son del reino del hambre verdadera, de la miseria hecha atracción para el turismo, del último y desvencijado tren de la historia. Y vienen al paraíso, eso creen, pero sólo atisban los rescoldos del infierno. No es lo mismo. Ellos acarrean la negrura del desamparo de siglos. Ellos pierden incluso antes de llegar.