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Sevilla dice que la Copa del América obtendrá un apoyo similar al que se dio a los Juegos de Barcelona

El puerto de Valencia vive su primer día frenético de visitantes desde que comenzaron las regatas

Cientos de valencianos y turistas acudieron ayer a la dársena interior del puerto de Valencia y a la playa de la Malva-rosa para vivir de cerca la Copa del América, que se celebra en aguas de Valencia en 2007. Las regatas de preparación, que se disputan desde el pasado martes y finalizan el próximo día 17, reunieron en el puerto y en la playa numeroso público. Mientras tanto, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, afirmó ayer que el apoyo del Gobierno a la Copa del América será "muy similar al que se dio a los Juegos Olímpicos" de Barcelona, en 1992.

Decenas de embarcaciones particulares, yates y veleros, salpicaron ayer las aguas de Valencia, que acogen las regatas de preparación de la Copa Louis Vuitton, la competición de la que saldrá el oponente al vigente campeón de la Copa del América, el suizo Alinghi. En una jornada estupenda para la navegación, con vientos entre los 10 y los 15 nudos, las regatas ponían ayer sábado a prueba el entusiasmo de los valencianos por la vela, su curiosidad por una prueba que causa furor en otras partes del globo y en algunos países vecinos, como Italia o Francia. Si durante la semana apenas ha acudido gente al puerto, donde están instaladas las bases de los equipos, ayer el decorado fue distinto: decenas de embarcaciones flanquearon a los fórmula 1 de la vela, que afrontaron una jornada frenética, con tres duelos por cabeza.

Los visitantes también se multiplicaron con respecto a los días anteriores. Era previsible. Cientos de curiosos y aficionados observaron las regatas desde el paseo de la Malva-rosa. El imponente tamaño de las velas de los copa américa contrastaba con el resto de embarcaciones, que seguían los enfrentamientos desde una posición privilegiada. Desde la orilla es imposible percibir los movimientos de las tripulaciones, el ajetreo que se produce en las cubiertas en plena regata... Algo de todo esto pudieron observar los propietarios de los barcos particulares y sus invitados.

Si el ambiente que ofrecía el puerto entresemana era un tanto desolador, pues el bullicio sólo existía en el interior de los impresionantes y lujosos yates contratados por las multinacionales patrocinadoras del evento y en torno a las bases de los equipos, ayer todo cambió. La dársena interior del puerto fue punto de encuentro de cientos de valencianos y turistas. La única pega, los precios: una baguette de jamón y queso, casi cuatro euros. Y el atuendo marinero, camisetas, jerseys y cazadoras con el distintivo de cualquiera de los equipos grabado en la manga o el pecho, prohibitivo. "¿Por qué no tienen bermudas?", le pregunta un chico a una de las empleadas de la tienda instalada bajo la carpa donde diferentes actividades amenizan el paso de los visitantes.

Los llamados Actos II y III de la Copa Louis Vuitton, la fórmula ideada por la organización de la prueba para mantener viva la competición e ir caldeando el ambiente con vistas al 2007, cuando se celebre en aguas de Valencia la legendaria prueba, no tienen ninguna trascendencia en la copa. Ni siquiera se participa con los barcos que competirán en 2007. Éstos están en pleno proceso de desarrollo y construcción. El surafricano Shosholoza, por ejemplo, está navegando con un barco de la edición de 2000 que perteneció al Prada, italiano. Tampoco es seguro que todos los participantes en estas regatas de preparación se inscriban para 2007. Es el caso del modesto italiano +39. La organización confía en que en Valencia compitan entre 12 y 15 equipos. Las expectativas no son muy halagüeñas, de todos modos. De momento, sólo hay un equipo estadounidense, el Oracle del magnate Larry Ellison. Y ninguno español. La presentación de éste, prevista para estos días, depende de que los dos proyectos existentes limen asperezas y acepten trabajar juntos. Ésa es la condición impuesta por el principal patrocinador, la empresa hidroeléctrica Iberdrola.

Entretanto, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, afirmó ayer que el apoyo del Gobierno socialista a la Copa del América, que se celebrará en Valencia en 2007, "será muy similar al que se dio a los Juegos Olímpicos", que se disputaron en Barcelona en 1992.

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En declaraciones a los periodistas tras el acto institucional celebrado en el Palau de la Generalitat, Sevilla aseguró que la competición náutica de la Copa del América es "uno de los proyectos que debe unir a las Administraciones". Según explicó, la Copa del América difiere de los Juegos Olímpicos en que se trata de "una iniciativa en la que hay un organizador material, que es una entidad privada", lo que introduce algunas "peculiaridades", pese a lo que garantizó un apoyo "muy parecido" al que recibió la competición olímpica.

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