El festival pirotécnico quemó 3.000 kilos de pólvora
Cerca de 3.000 kilos de pólvora fueron lanzados al aire, desde 10.000 canons, a lo largo de 25 minutos, en el festival de pirotécnica que a medianoche del viernes inició los actos de celebración del 9 d'Octubre. El espectacular castillo de fuegos artificiales, que organiza la Diputación de Valencia, se ha convertido ya en un clásico del Día de la Comunidad Valenciana y, como en anteriores ocasiones, congregó en las dos márgenes del antiguo cauce del Turia a miles de ciudadanos.
La décimoquinta edición del festival corrió a cargo del joven pirotécnico de Llanera de Ranes José Crespo. Según informó ayer la Diputación de Valencia, durante más de medio año, José Crespo, estuvo pensando en las novedades a introducir en esta exhibición, plagada de bóvedas, cúpulas y palmeras cambiantes de color, así como descargas de varios efectos de "gusano blanco", que causaron la admiración general.
La mayor parte de los componentes del castillo aéreo no habían sido exhibidos aún en ninguna ocasión, excepto en las pruebas realizadas en la propia pirotecnia, ya que Crespo quería reservarse para la ocasión. Y logró mantener fuertemente iluminado de luz y color el techo de la zona de fuegos de manera constante, con fuerte acompañamiento de truenos -que hicieron del acto un castillo-mascletà- durante el tiempo del disparo del castillo.
Los accesos a la zona del festival registraron una importante congestión durante las primeras de la madrugada, ya que muchos valencianos acudieron con sus automóviles a contemplar los fuegos artificiales.
