Un 'comité de sabios' estudia medidas para reducir los costes

El consejero de Economía y Finanzas del Gobierno catalán, Antoni Castells, sostiene que el déficit sanitario anual oscila entre los 600 y 1.000 millones. Cada año crece y se acerca más a la segunda cifra. Cataluña aplica la tasa sobre los carburantes desde el pasado agosto. En 2004, el Gobierno catalán (PSC, ERC e ICV) espera recaudar entre 60 y 65 millones de euros. Con esta decisión, el Ejecutivo autónomo considera que ha cumplido con su parte de responsabilidad en la financiación al tomar la impopular decisión de utilizar la capacidad de las comunidades para aplicar al precio de la gasolina un recargo para costear la sanidad. La Generalitat ha descartado subir la presión fiscal directa en Cataluña a través del tramo autonómico del IRPF y ha creado un comité de sabios, con prestigiosos expertos en materia sanitaria, que elabore propuestas concretas para incrementar los ingresos y, sobre todo, rebajar los gastos de la sanidad catalana -los gastos suben estructuralmente cada año por encima de los ingresos-. Entre las fórmulas que estudian estos expertos figura desde una subida de los impuestos sobre el alcohol y el tabaco a posibles fórmulas de copago, de modo que los usuarios aportaran más recursos para la sanidad. Los trabajos del comité de sabios estarán listos dentro de tres meses, pero en pocas semanas debería estar sobre la mesa un borrador sobre algunas medidas -antes de que Cataluña prepare sus Presupuestos para 2005-. Una de las fórmulas sugeridas por ahora pasa por pagar un euro por visita médica cuando los consumidores se salten la visita al médico de cabecera y acudan al especialista y a urgencias.

El Gobierno catalán reclama a la Administración central una "solución urgente" -más dinero- para atajar el crecimiento del déficit sanitario anual y debatir conjuntamente una solución a largo plazo para el déficit acumulado, que calculan en unos 2.200 millones de euros.

Sobre la mesa no hay más posibilidad de obtener recursos que elevar la parte del IVA que reciben las comunidades autónomas -un 35% de lo que se recauda-, elevar la parte que las comunidades reciben de los impuestos especiales sobre alcohol o tabaco -ahora un 40%-, subir estos impuestos especiales o aumentar la dotación del Fondo de suficiencia.