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Presidencia niega que la elección de García se lograse con amenazas

Font de Mora dice que los consejeros de RTVV están muy ilusionados

El portavoz del Consell, Alejandro Font de Mora, negó ayer que existan "coacciones y amenazas" dentro del PP. Durante el cuarto balance que realiza del primer año de gobierno, reiteró el apoyo del partido al presidente Francisco Camps y restó importancia a las declaraciones de la zaplanista Susana Camarero, que dijo sentirse "coaccionada" el pasado jueves en la votación que eligió al director general de RTVV.

Los consejeros populares de Radio Televisió Valenciana (RTVV) "están muy ilusionados con la nueva etapa que afrontan, incluida Camarero", aseguró ayer Font de Mora, máximo responsable de las relaciones entre el ente y el Gobierno valenciano. Esta fue una de las apreciaciones hechas por el portavoz, tras las declaraciones de la integrante del consejo de administración de RTVV y persona afín a Eduardo Zaplana, Susana Camarero. La también secretaria de Organización provincial del PP admitió el jueves pasado haberse sentido "amenazada" y "coaccionada" a la hora de votar a favor de Pedro García en sustitución de José Vicente Villaescusa, que dimitió a principios de julio como director general del ente RTVV.

"En absoluto", señaló Font de Mora, existe la sensación de que estén habiendo coacciones o amenazas en el PP, actualmente sumido en una crisis provocada por la pugna entre zaplanistas y campistas. El consejero de Presidencia destacó como "lo más importante" de la pasada reunión del consejo de RTVV la mayoría absoluta que obtuvo Pedro García ante al candidato del PSPV, Alfons Llorenç, quien logró un voto menos que García -cinco votos; uno de Esquerra Unida y cuatro socialistas-. Font de Mora eludió por otra parte contestar a las preguntas de los periodistas de si temía que Camarero rompiera la disciplina de voto tras anunciar que votaría libremente en próximas reuniones del consejo administrador.

Respecto a la situación del PP en la Comunidad Valenciana, el vocal del Consell insistió en la idea de sus anteriores balances sobre el primer año del Ejecutivo y concluyó que el PP "apoya el proyecto político que le ha llevado a ganar las elecciones reiteradamente", así como a su presidente, "elegido en el seno del PP, y en las Cortes con el apoyo del grupo parlamentario popular". El consejero valoró como "positivo" el primer cuarto de legislatura, del que destacó los esfuerzos del Consell por alcanzar el pleno empleo, integrarse en el llamado "eje de la prosperidad" con los gobiernos de Madrid y Baleares y la reivindicación del trasvase del Ebro, la ejecución de las obras del AVE y de la Copa América.

También mereció mucho tiempo de su análisis la oposición del Consell a cualquier "proyecto centralizador de Cataluña". Una idea a la que ayer se refirieron otros cargos del PP, como Serafín Castellano, portavoz en las Cortes, y Fernando Giner, presidente de la Diputación valenciana. Todos reclamaron los mismos derechos que las nacionalidades históricas y arremetieron contra los socialistas.

Por otro lado, Altea fue anoche el escenario del cerrado pulso que zaplanistas y campistas mantienen por el control de Alicante. La excusa fue la distinción a Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso, como Casteller d'Honor. El acto protocolario derivó en una manifestación de apoyo a Zaplana. Al homenaje se sumaron unas 250 personas, entre ellas, cargos públicos afines a Zaplana, como el presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España, el presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, los consejeros Amor y Peralta, y el propio alcalde de Altea, Miguel Ortiz. El titular del Consell, Francisco Camps, y sus consejeros más próximos excusaron su presencia.

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