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Elecciones Europeas

PP y PSOE cierran la campaña con descalificaciones

El insulto y la descalificación han terminado por imponerse en la campaña electoral del 13-J. Los principales partidos, PP y PSOE, terminaron ayer su competición pública por el voto alejados del futuro europeo y enfrascados en graves acusaciones sobre la manipulación de la verdad.

El candidato popular, Jaime Mayor Oreja, atacó a los socialistas por "mentir" -una crítica que ha repetido machaconamente desde que se inició la campaña- y descalificó a su adversario político, José Borrell: "Le falta fortaleza, coraje y honradez". El candidato número 13 del PP al Parlamento Europeo, ex director general de la Policía, Agustín Díaz de Mera, declaró que su partido no se fía del PSOE ante la jornada de reflexión de hoy: "El PP estará muy vigilante para neutralizar democráticamente y legalmente cualquier intento renacentista del comando Rubalcaba".

José Borrell: "Si gana el Partido Popular, será un arma de destrucción masiva del modelo social"
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Jaime Mayor: "El PSOE perderá por mentir; a su candidato le falta fortaleza, coraje y honradez"
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Mayor recordó a mitad de la campaña electoral que el candidato socialista tuvo que renunciar hace cuatro años a su carrera por la presidencia del Gobierno, tras ganar las primarias socialistas a Joaquín Almunia, "por asuntos de corrupción".

Borrell aprovechó ayer su reunión matinal con sindicalistas para vaticinar grandes males ante la hipótesis de una victoria popular. "Si gana el PP, puede ser un arma de destrucción masiva del modelo social".

En ese ambiente de crispación grave han acabado los candidatos el recorrido electoral, que ya empezaron con acritud el pasado 29 de mayo:

- Borrell: "España es el asno de Troya de Bush".

- Mayor: "El único que rebuzna es Borrell".

Los principales dirigentes de PP y PSOE también se han empleado con idéntica dureza en sus mítines:

- Zapatero: "Yo defiendo la paz. Rajoy Apuesta por las guerras".

- Rajoy: "El presidente del Gobierno no sabe qué quiere hacer, o no lo dice. Esto es un lío propio de la falta de ideas y proyecto de Zapatero".

Los dos grandes partidos confrontarán mañana sus fuerzas en las urnas, apenas tres meses después del terremoto electoral del pasado 14 de marzo que derribó los cimientos en los que el Partido Popular había sustentado su hegemonía durante ocho años y le dejó fuera del Gobierno con 1,4 millones de votos menos que el PSOE.

Las elecciones del domingo resolverán si el PSOE, en apenas 90 días, consolida la hegemonía ganada el 14-M o la pierde dejando un flanco abierto para que su principal opositor político ataque.

Los resultados también medirán si el PP recupera el terreno perdido o se hunde como segunda fuerza política en España a sólo tres meses de su próximo congreso extraordinario, en el que Mariano Rajoy intentará revalidar la confianza del partido tras haber perdido las únicas elecciones a las que se presentó como cabeza de lista.

Más de 34 millones de electores tienen en sus manos la respuesta. Casi 282.000 ciudadanos se han adelantado y han votado ya por correo. En las últimas elecciones europeas, que, a diferencia de las que se celebran mañana, coincidieron con comicios locales y autonómicos en España, votó el 63% del electorado.

Para formarse una opinión, los electores han tenido, por primera vez en los últimos 11 años, la posibilidad de contemplar dos debates televisados entre los candidatos. El formato elegido por los partidos para ese espectáculo de enfrentamiento de ideas apenas dejó margen para el debate. El guión estaba tan organizado de antemano que los debates en Tele 5 y Antena 3 se convirtieron en una sucesión de monólogos leídos o interpretados por Mayor y Borrell.

La batalla del 13-J tiene al PSOE como claro vencedor, según los pronósticos de todas las encuestas. En las pasadas elecciones generales, los sondeos apostaron por el PP para el triunfo y perdieron. En aquella ocasión, los sondeos no pudieron medir los efectos del mayor atentado terrorista en la historia de España, que se saldó con 190 muertos y más de 1.500 heridos.

Victoria holgada

El barómetro de mayo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre intención de voto pronosticó una victoria holgada del PSOE con una diferencia en porcentaje de apoyos de casi 10 puntos (46,3% frente al 36,7%) respecto al Partido Popular.

Esa distancia supondría un descalabro colosal para los populares, que sienten desde hace días una recuperación de sus posiciones hasta hacer público que albergan esperanzas de una victoria. "El PSOE perderá por mentir", declaró ayer Mayor.

Si los resultados avanzados por el CIS se confirmasen el domingo en las urnas, el PSOE ganaría incluso tres puntos en porcentaje de voto respecto a sus resultados del pasado 14 de marzo mientras que el PP perdería un punto.

Respecto al resto de las formaciones políticas con posibilidades de sentar a sus candidatos en el parlamento europeo, el CIS otorgaba el tercer puesto a la coalición Galeusca, formada por CiU, PNV y BNG, entre otros partidos, a la que adjudicaba un 5,67% de votos y dos escaños. Los mismos que obtendría Izquierda Unida, que ha apelado en esta campaña electoral al "voto libre frente al voto útil", con el 4,96% de los apoyos.

La coalición que encabeza el candidato de Esquerra Republicana de Catalunya, Bernat Joan i Marí, y en la que se integran Eusko Alkartasuna y la Chunta Aragonesista, entre otros, conseguiría un escaño con el 3,23%.

El sondeo del CIS dejaba fuera del reparto de escaños a Coalición Europea (Coalición Canaria, Partido Andalucista y Partido Aragonestista), con el 0,86% de los sufragios.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, interpretó ayer en su último discurso el deseo del país: "España no quiere marcha atrás". El PP pidió el voto a los indecisos para que "España siga siendo un ejemplo en la Unión Europea".

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