El empuje de la prensa local
Cuando Camilo José Cela llegó a la estación de Guadalajara una mañana de junio de 1946 para emprender su famoso viaje por la Alcarria, un pie tras otro, el futuro premio Nobel no encuentra allí ningún diario local. "¿Vendes muchos periódicos?", pregunta al niño de cinco años y medio que le sale al paso, aguerrido vendedor ambulante. "Sí, señor; todos. A las doce ya he vendido siempre todos.