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Reportaje:

Unos préstamos más restrictivos

Bancos y cajas endurecen sus criterios para conceder créditos hipotecarios y de consumo

Las entidades financieras españolas han endurecido, por sexto trimestre consecutivo, sus criterios para la concesión de créditos hipotecarios y de consumo. Y las previsiones para el futuro inmediato apuntan a que se producirá un nuevo endurecimiento de las condiciones de créditos para adquisición de vivienda. ¿Cómo un particular puede garantizarse que tendrá su hipoteca?

¿Cómo pueden los particulares superar los controles de riesgo que imponen las entidades y que, según ellas mismas reconocen, son ahora más duros que ayer pero menos que mañana? Hasta cuatro son las posibles respuestas a esta pregunta.

Es importante contar con un ahorro previo que cubra entre un 20% y un 30% del valor de la vivienda que se desee adquirir

- Tal vez sea la más evidente, pero sin ninguna duda, la más eficaz. A ningún particular con la suficiente capacidad de pago de las que serán sus futuras letras mensuales se le deniega la concesión de un crédito hipotecario. Para ello, es importante contar con un ahorro previo (las cuentas vivienda son una forma de vinculación con los bancos y cajas que facilitan el obtener una hipoteca) que cubra entre un 20% y un 30% del valor de la vivienda que deseen adquirir, cuyo precio, a su vez, ha de ajustarse a las posibilidades reales de endeudamiento de cada uno.

- En general, en España, toda nueva promoción de viviendas va acompañada de una financiación específica para sus potenciales compradores. De forma habitual, las constructoras negocian con las entidades financieras unos créditos hipotecarios globales que posteriormente se particularizan para cada comprador. Estos últimos no tienen más que determinar el importe exacto de la que será su hipoteca y subrogarse en dicha cantidad sobre el crédito total. -

E Contar con un avalista. En general, cualquier persona que firma un crédito hipotecario ya le ofrece a su entidad una garantía real: la propia vivienda que el banco o caja de ahorros podrá quedarse en caso de que éste deje de abonar su deuda con sus intereses correspondientes. Sin embargo, esta garantía real es, a veces, insuficiente para las entidades por lo que contar con un aval suele suponer la concesión inmediata del crédito.

Los avales suelen instrumentarse de dos formas. La primera consiste en hacer cotitulares de las hipotecas a los avalistas (lo que supone que sobre ellos recae también la obligación de pago de las cuotas mensuales) durante todo el tiempo que el importe del crédito supere, por ejemplo, el 80% del valor de tasación del inmueble a financiar. Una vez rebasado a la baja este límite (o cualquier otro impuesto por la entidad), el aval desaparece de forma automática. La segunda fórmula pasa por firmar un aval sobre un importe concreto durante un tiempo determinado que, incorpora, sin embargo, una serie de gastos adicionales de formalización del mismo.

- Alargar la vida del crédito solicitado en la medida que permite reducir la cuota mensual y con ello ofrecer mayores garantías de pago de las mismas a las entidades financieras a las que se les solicita el préstamo. Por cada 6.010 euros, que se solicitan en un crédito cuyo tipo de interés es el 3% hay que pagar, al mes, 41,5 euros, 33,33 euros, 28,5 euros o 25,33 euros, según cual sea el plazo elegido para la hipoteca (15, 20, 25 o 30 años). A menor plazo, mayor cuota y viceversa.

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