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Michael Bublé recupera la pasión por el 'swing' y la voz cuidada

El cantante canadiense ha vendido tres millones de discos en el mundo

Con su disco de debú, el joven canadiense Michael Bublé ha conseguido revitalizar la figura del crooner, al viejo estilo de los Sinatra, Martin, Davis o Bennett. Pasando al swing éxitos de Queen, George Michael, Paul Anka y Van Morrison, o recreando grandes clásicos del género, Bublé ha despachado casi tres millones de copias en todo el mundo. Anoche actuó en Madrid, antes de iniciar una gira por EE UU.

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La elegante y correctamente modulada voz de Michael Bublé le ha servido para volver a poner de moda el swing, un género en crecimiento en los últimos años merced al revival vivido tras varias películas, las recopilaciones de un clásico como Tony Bennet y de la saga The Rat Pack, nombre tras el que hacía sus fechorías el simpático trío de caraduras formado por Dean Martin, Frank Sinatra y Sammy Davis Jr.

A Bublé, además, se le ha llamado el último Sinatra, una referencia decididamente obvia que a él no le acaba de gustar del todo: "Preferiría ser el primer Bublé. De todas formas, es un honor que me comparen con él, aunque yo aún no he hecho nada de todo lo que él hizo".

Bublé, de 28 años, daba el miércoles una conferencia de prensa unas horas antes de cantar en Madrid como calentamiento de la gira que inicia en unos días por Estados Unidos. Simpático y dicharachero, derrochó sentido del humor para alejar esa imagen seria que da como cantante. "¿Qué cómo he conseguido que Paul Anka, Humberto Gatica y David Foster me produjeran mi primer disco?, pues suplicando, claro", aseguraba el cantante. Cierto es que tres productores de esa talla se impliquen de tal manera en la primera obra puede ser un sueño imposible para un cantante debutante. "Bueno, tuve que decirle a Paul Anka que cantaría una canción suya (Put your head on my shoulder) para que así cobrara derechos de autor", comenta riéndose. "Me he sentido abrumado por trabajar con tres personas que antes eran mis ídolos y ahora se han hecho mis amigos".

Todas las canciones del disco homónimo de Michael Bublé son conocidas; la mayoría, viejos estándares del swing. Entre los temas hay también versiones de Queen (Crazy little thing called love), George Michael (Kissing a fool), Van Morrison (Moondance) y grandes clásicos como Fever o Come fly with me. "Lo importante es transformar una canción en algo tuyo, darle tu impronta y personalidad, olvidándote de lo que habían hecho antes con ella. Así parecen tuyas otra vez". Bromeando con Kissing a fool, la canción de George Michael, el chico malo del pop, quiso decir que él no es tan buenecito como parece: "Bueno, ni George Michael es tan malo... y a mí me gustan las chicas". A pesar de ser conocido ahora como el rey del swing o el último crooner, Bublé asegura sentirse más cerca del pop. "Que haga música al modo de los años cuarenta no significa que no me guste la música de mi generación, por eso hago versiones también de canciones más recientes y en directo hasta puedo rapear o hacer otro tipo de cosas. No hago sólo conciertos, doy espectáculo".

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