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Tres días de luto en Marbella

Las banderas del Ayuntamiento de la ciudad malagueña ondearán a media asta

La alcaldesa de Marbella, Marisol Yagüe, anunció ayer que decretará tres días de luto en Marbella, la localidad de la que Jesús Gil fue alcalde entre 1991 y 2002. Además, las banderas ondearán a media asta y se prevé fletar autobuses para asistir al sepelio del dirigente.

La Casa Real mandó ayer sus condolencias a la familia Gil y mostró "su pesar" por el fallecimiento del dirigente. Un pésame masivo en el que también destacó el secretario general del Partido Popular, Mariano Rajoy. "Consiguió uno de sus grandes sueños, ganar la Liga y la Copa el mismo año", comentó el dirigente, que hizo extensivas sus condolencias a toda la familia y a los seguidores rojiblancos. El ex alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, se mostró también muy apenado tras salir de la clínica: "Ha sido una pérdida muy importante, pero Jesús Gil era una persona apasionada y ha vivido como quería. Le ha llegado el momento demasiado pronto, pero puede estar tranquilo porque ha sido un buen padre y ha vivido la vida con pasión".

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Las reacciones desde el mundo del fútbol fueron incesantes desde que se conoció el fallecimiento. Así, Javier Clemente, el ex seleccionador nacional, aseguró: "Primero, ha fallecido un amigo, y segundo, una persona a la que no se le ha tratado bien por su manera de entender las cosas. Sobre todo ha sido una gran pérdida a nivel humano".

El Real Madrid, a través de un comunicado en su página web, también se sumó a las muestras de dolor: "Florentino Pérez, en representación del club, expresa sus más profundas condolencias". El propio Pérez, el presidente blanco, se trasladó hasta la clínica en la tarde de ayer para consolar en persona a los allegados de Gil y abrazar a su homólogo rojiblanco, Enrique Cerezo.

El presidente del Valencia, Jaime Ortí, destacó que era "una persona entrañable" y añadió: "Nunca le olvidaremos". El del Barcelona, Joan Laporta, coincidió con Ortí en calificar de entrañable a Gil, a quien también tildó de "singular". Para el dirigente barcelonista Gil era "un personaje necesario para reflexionar sobre muchas cosas". Su predecesor en el cargo, Joan Gaspart, declaró que siempre tuvo una relación con el fallecido "muy familiar". "Ahora está en el cielo y ya se le hará justicia", predijo Gaspart.

El serbio Radomir Antic, expresó que para él el máximo dirigente rojiblanco era "más que un amigo". El técnico, con lágrimas en los ojos, aseguró: "Deja una obra sin terminar que no debe tener fin". También reveló: "En mi cuarto tengo un retrato de cuando nos concedió audiencia el Papa. He rezado mucho por él, pero ha demostrado que es humano".

El secretario de estado para el deporte, Jaime Lissavetsky, expresó su pésame "en nombre de todo el deporte español". Mientras, José María del Nido, el responsable del Sevilla y abogado de Jesús Gil durante 20 años, calificaba al rojiblanco de "carismático, luchador nato y atlético empedernido". "Le ha vencido la muerte, pero ha luchado por todos sus medios hasta el final", añadió Del Nido. "Le ha llevado a la tumba sus ganas, el quererlo cargar todo en sus espaldas", apuntó.

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel Villar, expresó su sorpresa: "Es un gran impacto, tanto personal como para el mundo del fútbol, que le va a echar mucho de menos". El hijo de quien fuera el predecesor en el cargo de Gil, Vicente Calderón, cargó el acento en el desamparo en el que queda el Atlético: "Vamos a sufrir mucho hasta encontrar a otra persona como él". Para el presidente del Zaragoza, Alfonso Solans, "tenía el corazón grande, pero no ha podido aguantar más".

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