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El Bundesbank cesa a su presidente por aceptar la invitación en un hotel de lujo

Welteke abandona temporalmente el cargo hasta que la fiscalía culmine la investigación

El directorio del Bundesbank (banco central alemán) decidió ayer cesar temporalmente a su presidente, Ernst Welteke, quien a finales de 2001 aceptó una invitación del Dresdner Bank para pasar, junto a su familia, cuatro noches en uno de los hoteles más lujosos de Berlín. Hasta que las acusaciones se aclaren, la dirección del banco central alemán será asumida por su vicepresidente, Jürgen Stark. La decisión no aplacará un escándalo que no ha hecho más que crecer y que ayer provocó que incluso el Gobierno, indirectamente, pidiera la cabeza de Welteke.

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Pese a que la fiscalía ha abierto una investigación preliminar contra el presidente del Bundesbank, el directorio del banco central consideró que no existen motivos suficientes para una destitución. Una medida tan drástica, en opinión de este gremio de ocho banqueros, tan sólo se justifica en el caso de que se constaten "graves errores".

La principal acusación es que Welteke, a finales de 2001, se dejó invitar por el Dresdner Bank cuatro noches en uno de los más lujosos hoteles de Berlín, el Adlon, al lado de la Puerta de Brandeburgo. El motivo oficial de su visita a la capital alemana fue dar la bienvenida al euro, en la Nochevieja del 31 de diciembre de 2001, pero el presidente del Bundesbank no vio ningún inconveniente en extender su estancia durante otras tres noches y llevar consigo no sólo a su esposa y a su hijo de tres años, sino también a otro de sus retoños, ya mayor, y a su novia.

El total de la factura ascendió a 7.661,20 euros, una suma intrascendente en términos macroeconómicos, pero de difícil digestión pública en un país que últimamente se ve abocado a toda suerte de recortes sociales. Welteke, máximo responsable de la supervisión bancaria como presidente del Bundesbank, recibe un salario anual de cerca de 350.000 euros.

El escándalo, paulatinamente. subió de tono desde que el sábado pasado el semanario Der Spiegel revelara por primera vez la generosidad del Dresdner, basándose, al parecer, en cartas anónimas enviadas la semana pasada al Ministerio de Finanzas. Abordado por los periodistas en Bruselas, Welteke, ese mismo día, pronunció una frase de antología: "¿Acaso debí haber pagado yo?".

Después, durante dos días, siguió sin mostrar ningún remordimiento, aunque sí accedió a restituir al Dresdner Bank cerca de la mitad de la ignominiosa cuenta. Comunicó también que de la otra mitad, correspondiente a dos noches para él y su esposa, se harían cargo el Bundesbank y, por extensión, los contribuyentes alemanes.

Pero sucede que Welteke, de 61 años, se ha dejado invitar también en otras ocasiones. Ayer, el periódico sensacionalista Bild reveló que el presidente del Bundesbank permitió que el banco central austriaco le pagara varios días de descanso en Viena, con un motivo oficial: la asistencia al Baile de la Ópera celebrado en 2000. Acompañado de su esposa, Welteke, sin embargo, decidió disfrutar todo el fin de semana de la capital austriaca. El banco central de este país confirmó ayer que en aquel año también fueron invitados al Baile de la Ópera el entonces presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, y su sucesor, Jean-Claude Trichet.

El Gobierno rojiverde en Berlín volvió a recalcar ayer que, debido a la autonomía del banco central, sólo el directorio del Bundesbank puede destituir a Welteke, quien también pertenece a este gremio, aunque ayer, por obvias razones, no asistió a la reunión en la que se decidió su cese. El retiro temporal del presidente del Bundesbank, en todo caso, no es suficiente ni para el canciller, Gerhard Schröder, ni para su ministro de Finanzas, Hans Eichel, socialdemócratas ambos, al igual que Welteke. "El Gobierno parte del hecho de que el presidente del Bundesbank, en razón de la responsabilidad inherente a su cargo y a la institución Bundesbank, asumirá las necesarias consecuencias", comunicó anoche el Ministerio de Finanzas en un ya casi explícito llamamiento a la dimisión. Para suceder a Welteke se apunta al actual secretario de Estado de Finanzas, Caio Koch-Weser.

Hans Eichel (izquierda), junto a Welteke, al inicio de una reunión del Bundesbank en mayo de 2002.
Hans Eichel (izquierda), junto a Welteke, al inicio de una reunión del Bundesbank en mayo de 2002.EFE

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