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45.000 vehículos fueron multados el pasado año en Barcelona por ocupar el carril bus

El Ayuntamiento desiste de instalar cámaras en los autobuses para registrar a los infractores

Si un día nadie aparcara en un carril bus, la frecuencia de los autobuses aumentaría tanto como si la flota tuviera 100 vehículos más. Pero no es así, y por ese motivo, la Guardia Urbana de Barcelona impuso el pasado año 44.935 multas a otros tantos conductores de coche o moto que utilizaron ilegalmente el carril reservado para el transporte público. El Ayuntamiento ha estudiado la posibilidad de dotar a los autobuses de una cámara de filmar o fotográfica para denunciar este tipo de infracción, pero finalmente ha desistido de aplicar la medida.

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El número de coches denunciados por circular por el carril bus durante el pasado año ascendió a 8.988. Fueron menos los conductores de moto multados por el mismo tipo de infracción: 3.105. En cambio el estacionamiento en el carril reservado para el transporte público, una infracción que crece como la espuma, supuso la imposición de un total de 15.900 multas, mientras que parar o aparcar en paradas de autobús, uno de los comportamientos más perseguidos, produjo 16.942 denuncias. La suma de todas estas multas arroja una cifra notable: 44.935.

La ocupación del carril reservado al transporte público por parte de vehículos privados cuyos conductores han decidido parar para tomar un café o realizan algún tipo de gestión, incluido el reparto de paquetería diversa, ha aumentado espectacularmente en los últimos tiempos y ha llevado al Ayuntamiento, conjuntamente con Transportes Metropolitanos, a estudiar la implantación de cámaras en los autobuses. Estas cámaras grabarían la imagen del infractor y esa imagen serviría de prueba para denunciar a los autores de este tipo de comportamientos.

No obstante, tras un periodo de pruebas, se ha decidido descartar la implantación de cámaras en los autobuses. En su lugar, se instalarán cámaras en algunos turismos de TMB que recorrerán la ciudad tomando esas mismas imágenes. El Ayuntamiento estudia ahora la fórmula para validar la sanción correspondiente.

Un estudio realizado por TMB señala que la ocupación por parte de vehículos no autorizados del carril bus supone una gran pérdida de tiempo para el conjunto de la flota. Si un día, por azar, nadie aparcara en el carril del transporte público, el aumento de frecuencia de los autobuses sería tan considerable como si se incrementara la flota en un centenar de autobuses. En estos momentos, el número de vehículos de este tipo que TMB pone diariamente en la calle oscila entre los 800 y los 900. Disponer de 100 unidades más permitiría reducir los tiempos de espera de los usuarios en más del 10%. Evitar la ocupación de carril del transporte público por coches y, sobre todo, furgonetas, forma parte de la política de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona. El incremento del reparto en los últimos años ha disparado este tipo de infracción, salvo en calles como la Gran Via y la Diagonal, donde no se puede parar frente al punto de entrega.

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