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Mestisay reúne en el disco 'Canciones del sur' sus clásicos favoritos

Tras acariciar las mieles del éxito con títulos como Niña Candela, Cándida o Agüita, Olga Cerpa y Manuel González, corazón y cerebro de Mestisay, se han puesto sentimentales. Su nuevo proyecto, Canciones del sur, recrea las debilidades personales del dúo -desde Serrat a Cecilia, Pablo Milanés, Chabuca Granda, Carlos Varela o el maestro Quiroga- con ese aliento íntimo que sólo confieren la voz y el piano. El álbum, acogido con entusiasmo en el archipiélago canario, verá la luz a fin de mes en la España peninsular.

González (Las Palmas de Gran Canaria, 1962), compositor, guitarrista e ideólogo de Mestisay, es consciente de que esta nueva criatura discográfica nace "fuera de su tiempo". "Estas grabaciones jamás sonarán en una radiofórmula", admite, "pero nos han proporcionado la oportunidad de sentirnos vivos y emocionados. Canciones del sur está hecho para uno mismo y para enviar en un sobre bonito a alguien de quien te sientas cómplice". Es, en realidad, un disco concebido con una cita de María Teresa de León en su frontispicio: "Mi patria son mis amigos".

En los surcos se esconden algunas de las melodías que más han conmovido a varias generaciones a ambas orillas del Atlántico: No hago otra cosa que pensar en ti, Fina estampa, Ramito de violetas, Ojos verdes, Luna de abril... "Son piezas con las que siempre sentimos el vínculo del afecto, la memoria y las circunstancias", corrobora González. "Y sí, en nuestro archivo sentimental también tiene cabida la copla".

Un álbum sentimental

El resultado es un álbum del todo pausado y sentimental. A menudo la voz de Cerpa brota con la sola caricia del piano de Alejandro Monroy, muy alejado aquí de los oropeles como arreglista de Isabel Pantoja. Pero Manuel González avisa de que este "cambio de rumbo" no es circunstancial. "Nos ha conducido hacia una sonoridad muy atractiva, un hallazgo pequeño y modesto con el que nos sentimos cómodos". Y bromea: "Por mi cabeza siguen fluyendo cinco o siete nuevos proyectos musicales, sólo que ahora adaptados a esa barriga cuarentona que uno empieza a desarrollar peligrosamente".

Canciones del sur se complementa en directo con poemas intercalados entre unas composiciones y otras, una dimensión que se podrá apreciar en una próxima edición en DVD del espectáculo. Por ahora, Olga y Manuel dicen encontrar la satisfacción en pequeñas conquistas cotidianas. "Ya llevamos residiendo los suficientes años en Madrid como para haber desmitificado muchas cosas que en la distancia teníamos mitificadas; entre otras, la profesión misma de músicos. Ahora nos sentimos orgullosos cuando algún amigo nos confiesa, por ejemplo, que este disco les ayuda a sobrellevar el cabreo de un atasco en la M-30. Puede que ese efecto balsámico exista, y, como logro, nos parece bastante reconfortante", concluye González.

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