El 'plan Ibarretxe' recibe un total de 135 enmiendas parciales y cuatro a la totalidad

La propuesta de nuevo Estatuto para Euskadi, avalada por los tres partidos que sostienen el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe, comenzará previsiblemente su debate después de las elecciones del 14-M. Cerrado ayer el plazo para la presentación de enmiendas, la propuesta de reforma del Estatuto de Gernika ha recibido un total de 135 enmiendas parciales del PNV, EA e IU, además de Sozialista Abertzaleak (SA) y cuatro enmiendas a la totalidad (PP, PSE-EE, SA e IU). La Mesa de la Cámara calificará el próximo martes las presentadas ayer por EA (42) y por SA (siete) y, previsiblemente, la ponencia no comenzará a funcionar hasta después de los comicios, ya que apenas restarán seis días hábiles hasta el comienzo de la campaña.

Desde que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, presentara el pasado 25 de octubre de manera solemne ante el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, su "propuesta" de reforma del Estatuto vasco, acompañado de todos los consejeros de su Gobierno, todos los partidos han ido avanzando sus enmiendas en tres bloques bien diferenciados. Ayer finalizó el plazo para su presentación. El rechazo mostrado desde hace más de un año ante las intenciones de Ibarretxe por parte de los partidos constitucionalistas se ha traducido en la presentación de sendas enmiendas a la totalidad por parte de populares y socialistas. PP y PSE consideran el denominado plan Ibarretxe una iniciativa "unilateral", "rupturista", "anticonstitucional y antidemocrática".

Un segundo bloque lo conformarían los tres partidos del Ejecutivo vasco (PNV, EA e IU), en donde sobre todo EA e IU han intentado al presentar sus enmiendas marcar su propio perfil dentro de la propuesta. En el caso de EA, con una batería de 42 enmiendas parciales con las que la formación que lidera Begoña Errazti pretende reforzar en el texto la vía independentista para la creación de un Estado vasco a través del ejercicio del derecho de autodeterminación, ya aprobado por la Cámara vasca en 1990.

Ezker Batua (EB-IU), cuya posición ha levantado una fuerte oposición interna en parte de la organización federal, siempre ha apostado por que el plan pueda debatirse en la Cámara. Pero también ha dejado claro desde un principio que su modelo de "federalismo de libre adhesión" tenía diferencias sustanciales con el texto articulado. IU intentó solventar su apoyo a la tramitación de la propuesta con la presentación de su propio texto articulado como dos enmiendas parciales. Pero la Mesa, finalmente, decidió calificarlo como una enmienda a la totalidad y como 69 enmiendas parciales. El PNV presentó la semana pasada sus 17 enmiendas en las que, entre otras cosas, defiende la "inviolabilidad" de los parlamentarios, la elaboración de una carta de derechos y deberes civiles y políticos y la representación directa de Euskadi en la UE.

En solitario estaría el grupo parlamentario heredero de Batasuna, que ayer presentó sus siete enmiendas parciales. Su enmienda a la totalidad saluda algunos de los elementos recogidos en la "propuesta" de reforma del Estatuto -la territorialidad, el derecho de autodeterminación o la consulta-, pero SA mantiene una oposición al plan porque considera que consolida una vía ya ensayada, en vez de apostar por "forjar un gran acuerdo político nacional".

La Mesa de la Cámara calificará el martes las enmiendas parciales presentadas ayer. Posteriormente, se tendrá que crear una ponencia para la discusión del plan -que se tramitará como proyecto de ley- en el marco de la Comisión de Instituciones e Interior, algo que dado el calendario de sesiones no se producirá antes del 14-M. La tramitación puede además quedar suspendida durante cinco meses si el Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso presentado contra el plan por el Gobierno central.