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Reportaje:FÚTBOL | Vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey

La llamada de Bettega

Fue el directivo de la 'Juve' quien puso en bandeja a Laporta el fichaje de Davids que, fuera de forma, no debutará hoy en el Barça-Levante

Una llamada de Roberto Bettega, presidente ejecutivo del Juventus de Turín, a Joan Laporta, presidente del Barcelona, antes de Navidad, acabó con cava. "Sería interesante que habláramos", le dijo. Y lo hicieron. Apareció el nombre de Edgar Davids. "A por él", le dijo el entrenador Frank Rijkaard al secretario técnico Txiki Begiristain cuando éste bajó al vestuario a contárselo. Davids, que era un problema caro para el Juventus -no jugaba y acaba contrato en junio- podía ser una solución de emergencia para el Barça. "Si Motta fuera el de la temporada pasada, Davids no estaría aquí", aseguran en el cuerpo técnico. Pero jugador el italo-brasileño lleva un año desastroso y si en verano no era necesario, ni viable, fichar a Davids, ahora todo encajaba.

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Por eso, Laporta devolvió la llamada y se citaron el viernes en Turín. Nutrida y justificada embajada barcelonesa: El presidente habló con Bettega de casi todo; Sandro Rosell, el vicepresidente del área deportiva, y Txiki, de jugadores y de fútbol, con Luciano Moggi, director deportivo juventino; y Ferran Soriano, el vicepresidente económico, de números con Antonio Giraudo, director financiero bianconero. Cuando se sentaron en el restaurante Due Mondi, -pagó Moggi-, todos tenían claro que el ok del jugador generaba una operación a tres bandas casi perfecta.

Al día siguiente, el representante de Davids, Robert Geerlings, recibía en Barcelona una oferta en firme del Barça. Y Davids, que estaba en Surinam, -"se ha pasado el año así, desapareciendo bajo cualquier excusa", dicen en Turín- volaba a Barcelona. Llegó el domingo al hotel Arts, donde parecía que fuera Joan Gaspart quien negociaba. Terminado el partido entre el Barçay el Zaragoza, Laporta, Rosell, Soriano y Begiristain acudían al Port Olímpic. Allí Davids lo aceptó todo. En la calle, decenas de periodistas bebían agua por gentileza del hotel mientras preguntaban a Eduard, el chófer del presidente, por la negociación. Ni rastro del responsable del área de comunicación, pero sí de Xavier Faust, directivo y propietario del hotel, que llegaba acompañado del cuñado del presidente, Alejandro Echevarría.

Josep Vergés, responsable de recursos humanos del club, sí estaba en la reunión. A medianoche salía del hotel, abría el maletero de un coche y volvía con una impresora bajo el brazo para poner en papel el acuerdo. Mientras, Txiki llamaba a Rijkaard, le invitaba a la cena de bienvenida a Edgar y anunciaba el acuerdo a los periodistas. El cuñado de Laporta, brindaba, como Rosell, Geerlings y Davids, feliz al dejar su casa de la calle de Camillo Cavour y reunirse con Kluivert, su amigo desde que a los siete años se conocieron en el barrio. Era madrugada. Moggi bebía champaña en Turín.

A primera hora del lunes, Davids, pasó revisión médica. Los médicos tuvieron que prestar especial atención a la vista del jugador, que es miope y que sufrió un glaucoma en su ojo derecho. Esta última afección le impide llevar lentillas para jugar. Por eso utiliza unas gafas especiales. Se las olvidó en la tarde del lunes, cuando fue presentado, y tras posar junto a Laporta, que aseguró que con su fichaje ya ha cumplido la promesa que hizo cuando fue elegido presidente de contratar a dos cracks mediáticos, se vistió de azulgrana y peloteó ante los fotógrafos.

Ayer, ya provisto de sus gafas, se entrenó por primera vez con sus nuevos compañeros. Rijkaard le convocó para el partido de Copa de hoy en el que el Barça intentará remontar el 1-0 que le endosó el Levante, la semana pasada. Sin embargo, el entrenador anunció que el jugador, nacido en Surinam hace 30 años y que esta temporada sólo ha disputado cuatro partidos de Liga con el Juventus, todavía debe mejorar su condición física y que, lo más probable es que no debute hasta el próximo sábado, con motivo de la visita del Athletic al Camp Nou. La contratación de Davids ha provocado polémica entre socios y aficionados azulgrana. Muchos esperaban que el club contratara a un delantero goleador. Existe, además, un cansancio por la sucesión de fichajes de jugadores holandeses durante los últimos años y porque la mayoría de ellos han rendido por debajo de las expectativas. Davids es el 17º fichaje de un jugador holandés por el Barcelona y es también el noveno integrante de la plantilla del Ajax que, con Louis Van Gaal como entrenador, se proclamó campeón de Europa en 1995. El equipo de Rijkaard ha sido rebautizado por muchos como el Barçajax.

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