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Incidentes aislados en Guatemala en una jornada electoral tranquila

Las encuestas otorgan una ventaja de 16 puntos al derechista Berger

Incidentes aislados, como el lanzamiento de tachuelas en algunas calles de la capital con el objetivo de entorpecer el tránsito y dificultar el acceso de los votantes a los colegios electorales, marcaron ayer el inicio de la segunda ronda de los comicios en Guatemala. La rápida actuación de la policía y los servicios de limpieza municipales neutralizaron el sabotaje. Unos 20.000 militares y 22.000 policías velaron por la seguridad de la jornada.

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A media mañana de ayer, la asistencia a las urnas era menor que en noviembre pasado, cuando un 54% del censo electoral (5,07 millones de personas) emitió el sufragio. "Hemos verificado que hay menos votantes en los centros de votación, pero esperamos que conforme transcurra el tiempo se incremente la cantidad", expresó Oliver Vick, integrante de la misión de observación electoral de la UE.

Los observadores coincidieron en que el hecho de que las elecciones de segunda vuelta se celebren durante las fiestas navideñas y de fin de año ha incidido en que muchos guatemaltecos hayan optado por no ejercer su derecho al voto.

Las urnas se abrieron a las siete de la mañana hora local (las dos de la tarde en la España peninsular). Álvaro Colom, el candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza, votó a media mañana. En breves declaraciones a la prensa local reiteró su confianza en el triunfo, a pesar de que las encuestas le son adversas por 16 puntos porcentuales (58% de Óscar Berger, el candidato de la derecha, contra 42% de Colom). "Vamos a dar la sorpresa", reiteró.

Berger, quien se retiró a su casa campestre para descansar, tenía previsto votar por la tarde. La premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, quien llegó a las urnas acompañada por el ex presidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol, se mostró pesimista ante los posibles resultados electorales. "Ningún guatemalteco tiene mayores esperanzas en que las cosas puedan ir a mejor con el nuevo Gobierno, llegue quien llegue", expresó.

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En la elección de ayer se eligió únicamente al presidente, pues ninguno de los candidatos alcanzó, en las elecciones del 9 de noviembre, el 50% más uno de los votos, extremo que la ley exige para acceder directamente al poder.

El próximo gobernante tiene ante sí una tarea complicada. Ninguno de los dos aspirantes tiene en el Congreso (legislativo, unicameral) la suficiente fuerza para iniciar los cambios que el país requiere con urgencia. Berger alcanzó 47 diputados en una legislatura de 158 escaños. Colom suma 32. Esta circunstancia concede una cuota de poder importante al ex dictador Efraín Ríos Montt, cuyo partido-iglesia, el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), es la segunda fuerza en el Legislativo, y dada su ascendencia sobre otros grupos minoritarios, prácticamente no se podrá hacer nada sin negociar con el viejo general. Ríos Montt se asegura así, a pesar de no tener ningún tipo de inmunidad oficial, la trinchera que necesita para escapar, tanto de las acusaciones de genocidio en su contra como por los caprichosos manejos que durante los últimos cuatro años se hicieron del presupuesto nacional.

La transparencia de los comicios fue verificada por más de 10.000 observadores, entre ellos más de 200 de los países miembros de la Organización de Estados Americanos, de la UE y otros organismos internacionales.

Votantes guardando cola en Solola, al norte de la ciudad de Guatemala, antes de depositar su voto.
Votantes guardando cola en Solola, al norte de la ciudad de Guatemala, antes de depositar su voto.ASSOCIATED PRESS

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