Fomento obliga a La Florida a retirar las vallas que impiden el paso a la urbanzación

El ministerio cree que podrían causar retenciones de circulación y afectar a la A-6

El Ministerio de Fomento considera que 3 de las 12 barreras instaladas por la comunidad de propietarios en las entradas a la lujosa urbanización La Florida pueden afectar a la circulación de la A-6, que pasa a escasos metros de la colonia. Por este motivo, ha solicitado a la urbanización su inmediata retirada. Los propietarios se niegan. Alegan que las calles son privadas y que la "normativa de Fomento es inaplicable en zona urbana". Insisten en que las oficinas próximas, donde trabajan unas 2.000 personas, les están colapsando sus calles.

Los técnicos de la Dirección General de Carrete...

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El Ministerio de Fomento considera que 3 de las 12 barreras instaladas por la comunidad de propietarios en las entradas a la lujosa urbanización La Florida pueden afectar a la circulación de la A-6, que pasa a escasos metros de la colonia. Por este motivo, ha solicitado a la urbanización su inmediata retirada. Los propietarios se niegan. Alegan que las calles son privadas y que la "normativa de Fomento es inaplicable en zona urbana". Insisten en que las oficinas próximas, donde trabajan unas 2.000 personas, les están colapsando sus calles.

Los técnicos de la Dirección General de Carreteras, tras tener conocimiento de la colocación de las barreras en los viales de acceso a La Florida, estudiaron el efecto que podrían provocar en el tráfico de la A-6. La urbanización se encuentra entre esta vía y el monte de El Pardo, por lo que, como denunciaron varias empresas con sede en esta colonia, la entrada en funcionamiento de las vallas podría colapsar los accesos desde la carretera a la urbanización.

El tráfico ya es denso en esta zona debido a que en la franja que separa los chalés de la carretera de A Coruña se han levantado numerosas oficinas, en las que trabajan unas 2.000 personas. La conclusión de Fomento ha dado la razón a quienes pensaban que las barreras incidirían de forma negativa en la A-6: la comunidad de propietarios debe, por tanto, hacer desaparecer tres vallas.

Calles públicas

Pero de momento las vallas continúan allí y listas para entrar en funcionamiento. El Ayuntamiento sigue realizando gestiones para que la colonia retire las barreras y las videocámaras de vigilancia. El Ayuntamiento sostiene que las calles "son públicas y tienen que estar abiertas". Para corroborar la versión municipal existe un documento de Gerencia de Urbanismo, de febrero de 1990, en el que se informa de que el Ayuntamiento recibe, definitivamente, las obras de urbanización realizadas en la ciudad satélite La Florida.

Pero los vecinos afirman que ellos nunca firmaron tal documento y que fue la promotora, ya desaparecida, la que lo hizo, a pesar de que la urbanización ya no era suya.

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Los vecinos también enfrentan a los trabajadores y responsables de las empresas ubicadas dentro de la urbanización. Éstos explicaban que, además de incrementar la seguridad, los residentes pretendían poner obstáculos a los vehículos que a diario aparcan a las puertas de los chalés. "No podemos dejar nuestros coches en otro lugar, porque aquí no hay aparcamientos", aducen. Los viales de la colonia, que se empezó a levantar en 1960, no están preparados para tantos vehículos. Las calles son estrechas, y si un coche se encuentra con un autobús, tiene que parar para cederle el paso. Una empleada de una sociedad ubicada en la calle de Gobelas replica que tienen los mismos derechos que cualquier residente. "Si no querían gente, que no hubieran permitido construir las oficinas", concluye. Los vecinos replican que el colapso es tal que los autobuses escolares se niegan a pasar y que hay problemas hasta para las ambulancias.

Varias empresas de la zona también se movilizaron en contra de las barreras, al ver que esta medida perjudicaría a sus trabajadores. Acudieron al juzgado para impugnar los acuerdos adoptados en la junta de 2001 donde se decidió la construcción de las barreras. Una decisión judicial de enero les dio la razón y declaró nulos los acuerdos de dicha junta. Esta decisión judicial está recurrida.

Pero a pesar de todos los impedimentos, los propietarios consiguieron finalizar las obras. Una vez iniciadas se toparon con una paralización impuesta por un juez a raíz de la demanda de las empresas contrarias a las vallas. Posteriormente, el juez decidió en un auto que continuasen las obras, porque no causaban perjuicio, aunque no entró en si las calles eran públicas o privadas. La empresa ha recurrido.

El lunes se reúne la comunidad de propietarios. Según un portavoz, la retirada de las barreras dependerá de la decisión que tome el Ayuntamiento. "Si hacen nuevos viales de entrada para las oficinas, lo estudiaremos", afirmó ayer.

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