Hans Küng desafía al cardenal de Barcelona a un debate público

"Soy un teólogo muy católico; me considero en el centro de la comunidad eclesial, no en los límites de la Iglesia", dijo ayer Hans Küng al inicio de su gira por España para presentar el primer tomo de sus memorias, un éxito editorial en Europa. Al cardenal de Barcelona, que le ha prohibido hablar en las iglesias de su archidiócesis, el famoso sacerdote suizo-alemán le invitó a un debate público sobre teología: "Para criticar, lo primero que hay que hacer es leer los libros, no sólo condenarlos".

La gira de Hans Küng, profesor emérito de la Universidad alemana de Tubinga y uno de los más influyentes peritos del Concilio Vaticano II, empezó ayer en Madrid con gran expectación pero marcada por la polémica tras la decisión del cardenal de Barcelona, Ricard María Carles, de prohibir a todos los párrocos de su archidiócesis que acojan en las iglesias cualquier acto público del famoso teólogo. Entre otros reproches, Carles opina que Küng es "irrespetuoso y poco objetivo" con el Papa.

Küng presentó por la tarde, en el Círculo de Bellas Artes, el libro Libertad conquistada. Memorias, arropado por el ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza, y por el teólogo Manuel Fraijó, después de dedicar toda la mañana a una rueda de entrevistas con diversos medios de comunicación y la consiguiente conferencia de prensa general. Consciente de la polémica suscitada por el veto de Carles y para evitar equívocos con su titubeante español, Küng entregó por escrito la declaración que quería hacer sobre la actitud del cardenal y suplicó a los periodistas que evitaran cualquier escándalo con los titulares. "Una persona que lea mis libros ve claramente que soy un católico fiel. Y quien lea mi autobiografía se dará cuenta de que estoy acostumbrado a este penar con jerarcas de miras estrechas y sus cortesanos. Eso no pudo conmover nunca mi fe católica".

Pero no se mordió la lengua -"No pienso doblegarme a mis 75 años", dijo- contra lo que considera una "recaída en tiempos preconciliares". "Que se me prohíba hablar en una iglesia es algo que no me había ocurrido todavía". Lamentó que eso suceda en España, "donde en verdad ha habido bastante dictadura y prohibiciones de hablar en público". Küng le recordó al cardenal Carles que todo en su crítica "es objetivo" y que siempre ha "permanecido fiel a la Iglesia en calidad de sacerdote con plenos poderes, también para predicar y celebrar la eucaristía".