COYUNTURA AGRARIA

España pide transparencia en la reforma del sector del aceite

La UE aún no tiene claras las cifras de Italia para hacer los cambios

La Comisión Europea pretende llevar adelante la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) en el aceite de oliva sin haber clarificado las cifras sobre superficie olivarera y producciones en los países miembros y muy especialmente en Italia. En España, organizaciones agrarias y cooperativas coinciden en la necesidad de ajustar cuotas a las producciones reales de cada Estado miembro.

En 2001, con motivo de las negociaciones para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) en el aceite de oliva, la Comisión Europea optó por prorrogar la anterior normativa de 1998 por consi...

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La Comisión Europea pretende llevar adelante la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) en el aceite de oliva sin haber clarificado las cifras sobre superficie olivarera y producciones en los países miembros y muy especialmente en Italia. En España, organizaciones agrarias y cooperativas coinciden en la necesidad de ajustar cuotas a las producciones reales de cada Estado miembro.

En 2001, con motivo de las negociaciones para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) en el aceite de oliva, la Comisión Europea optó por prorrogar la anterior normativa de 1998 por considerar que, para abordar una reforma en profundidad, era necesario conocer más exactamente las cifras del sector. En esa línea se planteaban dudas sobre muchos de los datos proporcionados por los Estados miembros, concretamente de Italia, sobre cuyas superficies de cultivo y producciones siempre han elevado grandes interrogantes y los sectores españoles no quieren que esto se perpetúe.

El compromiso comunitario dirigido por el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, supuso el desarrollo de varios estudios en los países productores de aceite de oliva. Mediante el programa Oliárea se trataba de clarificar la superficie olivarera. Los resultados arrojaron 2,4 millones de hectáreas para España, 1,4 millones de hectáreas para Italia, 1,02 millones de hectáreas en Grecia, 530.000 hectáreas en Portugal y 40.000 hectáreas en Francia.

Para conocer el número de olivos se desarrolló el programa Olistat con una cifra de 308 millones de olivos en España, 238 millones en Italia, 170 millones en Grecia, 72 millones en Francia y 7 millones en Portugal. Igualmente, desde Bruselas se han realizado controles sobre rendimientos para tratar de conocer exactamente los datos de producción.

A pesar de esos estudios, el sector coincide en señalar la ineficacia de los mismos para clarificar el sector y rechaza la posibilidad de una nueva regulación en profundidad a partir de datos inexactos sobre producciones y una injusta distribución de las cuotas por países.

Cuota de participación

Sobre una cuota de producción comunitaria de 1.777.000 toneladas, España cuenta con una cuota de sólo 760.027 toneladas. Frente a esa cifra, la producción media española entre 1997 y 2000 ha sido de 891.000 toneladas, el 47% del total de la Unión Europea en ese periodo, llegando esta campaña a una cifra que puede llegar a 1,4 millones de toneladas. Esa producción, muy superior a la cuota, ha supuesto que entre 1998 y 2002 los olivareros españoles percibieran una ayuda media de 100 euros por cada 100 kilos de aceite, mientras los productores italianos percibieron 124 euros, 120 euros los griegos y la ayuda plena de 132 euros fue a parar a los franceses y portugueses.

El comportamiento de los mercados en este periodo ha puesto de manifiesto que España es el casi único motor de la oferta de aceite de oliva en la Unión Europea y que en función de sus cosechas giran los mercados. Italia, al margen de sus cifras oficiales sobre producciones, es un neto comprador campaña tras campaña, a pesar de unas cosechas medias de 515.000 toneladas entre 1997 y 2000, según los números de la Comisión.

Otro dato analizado por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que pone en duda las cifras del sector en Italia, es que el comportamiento de los precios en ese país no guarda ninguna relación con las leyes de la oferta y la demanda real, algo que no sucede en el mercado español. Las sospechas sobre que la gran distorsión de los datos del sector olivarero italiano vienen de lejos y la opacidad del sector, cada vez mayor, irritan a los demás productores europeos.

Franz Fischler.

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