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Reportaje:CICLISMO | Campeonato del Mundo de fondo en carretera

Un chico de Santa Ana con dos familias

Astarloa, vizcaíno de Ermua, debió emigrar a Italia para ser profesional

Carlos Arribas

Está visto que para ganar el Mundial hay que ser amigo de Pedro Horrillo. Óscar Freire compartió equipo, habitación y confidencias con el ciclista que tan bien escribe sus columnas; e Igor Astarloa, de 27 años, el recién llegado al club del arcoiris, le enseñó a montar en bicicleta. Aunque es tres años mayor que Horrillo, Astarloa, que era su vecino en el barrio de Santa Ana de Ermua, república autónoma de Santa Ana, como les gusta decir a su gente, gente obrera, de la siderurgia, de la fábrica de las máquinas de coser Alfa como el padre de Igor, que es de Mallabia, o de la forja como el de Horrillo, era amigo para todo de Pedro. Lo sigue siendo. Si no es por él -y por el padre de David Etxebarria, que se los proporcionó- anoche no habría habido cohetes y fuegos artificiales a la puerta del bar irlandés que su primo tiene en Eibar, que fue donde toda la comarca celebró el triunfo de uno de los suyos.

"No sabía si podía hacerlo porque, con el viento de cara, el repecho se me hizo muy largo"
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La apoteosis de Astarloa

Dicen unos que Igor Astarloa es un chico duro. Otros dicen que a Igor la vida le ha hecho duro. Cuando terminó su carrera de amateur -corrió en el Banesto de aficionados, como, por otra parte, también lo hizo el murciano Valverde, la plata de ayer-, ningún equipo español quiso fichar a Igor. Todas las puertas se le cerraron. Tenía un perfil ciclista que no interesaba a los equipos españoles, tan centrados en las vueltas, perfil y gustos de corredor de clásicas, de carreras de un día. Pero no por ello Astarloa se deprimió, lloró, mendigó. Orgulloso y solo se fue a Italia a buscarse la vida. Allí, en las cercanías del lago de Garda, donde hay casi tantos ciclistas por kilómetro cuadrado como en el País Vasco, se encontró con Giuseppe Martinelli, que era el director del equipo de Pantani y que le contrató porque le había visto moverse con soltura, fuerza y astucia en las enrevesadas carreras de diletantti italianas. También encontró una segunda familia, encontró a Paolo -a quien llama fratello- que le acogió en su casa y se convirtió en su gran protector.

Esta segunda vida de Astarloa, el chaval de Santa Ana, comenzó hace cinco años. El chaval vasco se hizo ciclista a la italiana, listo y rápido, hábil para colocarse, para ver las carreras, duro para resistir en los repechos, para atacar a contrapie, para calcular. Un ciclista que, como Freire, hecho también a sí mismo, no se podía haber producido en España. Un ciclista capaz de maniobrar con frialdad y precisión en un momento tan complicado que hasta viejos perros y zorros como el belga Van Petegem y el italiano Bettini patinaron. Fue un contrapié perfecto, de jugador de póquer. Les ganó por la mano. "No sabía si podría hacerlo porque el repecho, con el viento de cara, se me hizo muy largo", explicó Astarloa. "Luego miré para atrás. Vi que Valverde había enlazado con el grupo de Bettini y supe que haría de freno, que no tirarían muy fuerte porque se llevaban al enemigo con ellos. Y en la última curva, a 300 metros de la meta, volví a mirar. Vi que no venía nadie y no me lo creía. Ahora le tendré que preguntar a Óscar lo que significa ser campeón del mundo, aunque me siento como un corredor de carreras por etapas que hubiera ganado el Tour".

Dicen también que Astarloa es un tipo frío, poco dado a sentimentalismos. El verano pasado, por ejemplo, le llegó una oferta del Cofidis, el equipo francés en el que también corre David Millar, y no se lo pensó, aunque emigrar a Francia suponía romper con Martinelli, su protector de siempre. Antes del Mundial Astarloa le prometió a su madre que a la vuelta de Hamilton se iría a Barcelona con Miguel, su vecino, que nunca ha viajado en avión, y que allí se pasarían unos días viendo la ciudad. Quizás su triunfo le haga retrasar el regreso.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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