Educación designará los delegados vacantes "en una o dos semanas"

El curso 2003-2004 comenzó ayer oficialmente en Euskadi con la llegada a las aulas de los más pequeños, los niños de entre dos y tres años. El resto del alumnado se incorporará progresivamente esta semana. La consejera de Educación, Anjeles Iztueta, aseguró ayer, en una visita a un centro donostiarra, que "en una o dos semanas" habrá nuevos delegados de su departamento en Guipúzcoa y Vizcaya.

Dos de los tres puestos de delegado territorial de Educación -un puesto estratégico en la organización de la enseñanza y de designación directa- están vacantes desde julio. En el caso de Guipúzcoa, porque su titular se jubiló, y en el de Vizcaya porque se ha incorporado a trabajar en la Diputación de Vizcaya.

Casi 288.000 alumnos empezarán las clases esta semana, unos 2.800 menos que el curso pasado, según los datos facilitados ayer por Iztueta. Algo más de la mitad (52,8%) estudiará en centros concertados y el resto (47,2%) en públicos. Este reparto por redes es prácticamente idéntico al del curso pasado. La ESO (de 12-15 años) es la única etapa educativa en la que existe un claro desequilibrio entre ambas redes: casi seis de cada diez alumnos de secundaria están escolarizados en centros concertados.

El curso que ayer comenzó estará marcado en buena medida por la implantación de la última la reforma educativa. La estrenarán los estudiantes de la ESO (12 a 15 años). La consejera de Educación aseguró que el Gobierno vasco "actuará con flexibilidad, responsabilidad" y "siempre a favor del sistema educativo vasco y dentro de nuestras competencias" en la implantación de la Ley de Calidad de la Educación (LOCE).

La consejera visitó ayer, con motivo del inicio del curso, el centro público Intxaurrondo Hegoa, en el barrio homónimo de San Sebastián. Iztueta entró en dos de las aulas de niños de dos a tres años. No se vio ni una sola lágrima, ni un solo lloró. Todos ellos parecían encantados. Y eso que era el primer día de su vida que pisaban un aula. Una de las clases visitadas por la consejera en el centro donostiarra era de modelo D (íntegramente en euskera) y la otra del B (bilingüe).

Casi la mitad de los casi 288.000 alumnos prematriculados para este curso (el 47%) cursará sus estudios en modelo D. Un 30,3% lo hará en el A (íntegramente en castellano) y el resto (22,8%) ha elegido la opción B (bilingüe). Los que estudian sólo en lengua vasca son mayoritarios en infantil (de 3 a 5 años), en primaria (de 6 a 11 años) y en secundaria (12 a 15 años). Sólo en el Bachiller son más (el 69%) quienes cursan sus estudios sólo en castellano. La consejera aseguró que uno de los objetivos a partir de ahora es avanzar hacia el trilingüismo, reforzando la enseñanza del inglés.

Los alumnos más pequeños del colegio Intxaurrondo Hegoa, como el resto de los escolarizados menores de tres años, se estrenaron con sólo 45 minutos de clase. Subidos a pequeñas motos de plásticos, empujando un carrito de bebé o tirándose por el tobogán, daba la impresión de que esos tres cuartos de hora se les hicieron cortos. El "secreto", según explicó la ama de uno de ellos, era que todos estaban acompañados por sus madres (y en un caso también por su padre). Progresivamente se alargaran las clases e irán quedándose solos con sus compañeros y la maestra. Es un largo periodo de adaptación que los niños agradecen pero que vuelve locos a los padres que trabajan fuera de casa.

La consejera de Educación afirmó que "se diga lo que se diga, las familias vascas confían plenamente en el sistema educativo", que definió como "plural" "equitativo" y "de calidad". Iztueta explicó que su objetivo es formar personas "críticas y solidarias" que "respeten su propia identidad y la del otro", porque la educación "debe servir para que las personas y pueblos sepan y puedan desarrollarse y construir su propio futuro". La consejera recordó que el Ejecutivo autonómico destina un tercio de su presupuesto a este departamento.